¿Podemos solas o necesitamos ayuda?

Mamá agotada

“Esto no me lo había contado nadie”

Una frase que prácticamente todas las madres hemos pensado o hemos dicho en voz alta en algún momento.

¿Y a qué nos referimos con esto? A que creemos que los bebés sólo comen y duermen. En nuestra imaginación, le daremos el pecho o el biberón, lo acostaremos en su cunita.

Acto seguido, él conciliará el sueño enseguida y nosotras continuaremos con nuestra rutina.

Pero la realidad es que nuestro bebé necesita estar en contacto casi continuo con nosotras. Cada vez que lo dejemos en la cuna, reclamará con llantos nuestra presencia. Mamará y se dormirá. Se despertará, mamará de nuevo y volverá a dormirse. Intentaremos dejarlo en su cunita y se despertará, reclamando con un llanto vigoroso mantener el contacto físico con nosotras.

Durmiendo con mamá

Pero no porque lo estemos malcriando, sino porque es ese íntimo contacto con la madre lo que le da seguridad. Sin su madre, un bebé se siente solo, perdido, asustado.

Toda madre necesita apoyo

Cuidar a un bebé es un trabajo muy exigente, absorbente. Ocupa 24 horas al día, así que podemos sentirnos desbordadas y agotadas con mucha facilidad.

Además, una madre reciente se encuentra en situación de vulnerabilidad. Convertirse en madre supone un cambio profundo a todos los niveles: personal, familiar, social, laboral … La madre necesita tiempo y apoyo para asumir estos cambios y los cuidados del bebé.

Necesita ayuda en las tareas del hogar, necesita descansar cuando el bebé lo hace, necesita que alguien se ocupe de sus necesidades mientras ella se ocupa de las necesidades del bebé.

Bebé, mamá y papá


El papel del padre es crucial puesto que es él quien sostiene y cuida a la madre para que ésta pueda dedicarse a atender al bebé.

Pero se necesita más ayuda puesto que el padre también sufre cambios profundos. Como dice el proverbio africano, hace falta toda una tribu para criar a un niño. Las madres y padres recientes necesitan estar en contacto con otros padres y madres para compartir vivencias, emociones, dudas.. para no sentirse solos ni raros en esta nueva experiencia.

Por desgracia, la sociedad actual es marcadamente individualista. Mostrarse vulnerable, pedir ayuda es síntoma de debilidad, por lo que es algo que suele evitarse.

A muchas mujeres nos cuesta pedir la ayuda que necesitamos, creemos que vamos a poder con todo, que seremos capaces de atender las necesidades del bebé sin desatender las nuestras. Pero como hemos visto, es prácticamente imposible hacerlo solas.

Pedir ayuda no nos hace débiles.


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