El embarazo causa una serie de cambios hormonales y algunos desajustes en el organismo de la mujer. Los controles rutinarios que se realizan a lo largo de estas 40 semanas, son fundamentales para poder observar que todo marcha correctamente. Muchas mujeres piensan que los controles médicos sirven exclusivamente para vigilar el desarrollo del bebé. Pero la realidad es que, aunque esto es cierto, no es lo único que se pretende controlar.
La salud de la madre es fundamental para que el bebé pueda desarrollarse correctamente. Por este motivo es esencial que se vigilen rigurosamente ciertas áreas de la mujer que afectan al feto. Una de estas áreas tan importantes, es la tiroides, una glándula sumamente importante. La tiroides influye directamente en el buen desarrollo del embarazo, pero también afecta a la fertilidad.
Índice
La tiroides y su importancia en el embarazo
La tiroides es una glándula situada en la base del cuello, su función es la de producir algunas hormonas que se encargan de controlar el metabolismo, entre otras. Las hormonas que producen la tiroides, son fundamentales para el correcto funcionamiento de múltiples funciones del organismo. Estas se encuentran presentes en casi todos los tejidos del cuerpo.
Las hormonas tiroideas juegan un papel muy importante en el proceso de crecimiento, ya que son necesarias para que el organismo pueda sintetizar muchas de las proteínas. Precisamente esta es una de las razones fundamentales por las que es tan importante, revisar que la tiroides funcione correctamente. No solamente durante el embarazo, que es primordial para el bebé, sino también para la salud de la madre.
Durante el embarazo, la tiroides de la madre tiene que hacer un trabajo doble, ya que el bebé no desarrolla su propia glándula tiroidea hasta la semana 12. Además, una de las hormonas que produce la tiroides es necesaria para que se forme la placenta.
Posibles trastornos de la tiroides en el embarazo y sus consecuencias
Los trastornos de la tiroides tanto si aparecen antes del embarazo, como si surgen a lo largo de este periodo, pueden tener consecuencias graves.
El hipotiroidismo
Es cuando la glándula tiroidea no produce las hormonas necesarias para cubrir las necesidades del cuerpo. Sufrir este trastorno durante el embarazo puede ocasionar graves consecuencias como:
- Alto riesgo de sufrir un aborto espontáneo
- Mayores probabilidades de sufrir un parto prematuro
- Preeclampsia
- Hipertensión
Para prevenir cualquiera de estas situaciones, es muy importante que la mujer embarazada siga un control médico exhaustivo.
El hipertiroidismo
Ocurre cuando sucede lo contrario al caso anterior, en este caso la tiroides produce un exceso de hormonas innecesarias en el embarazo. Este trastorno afecta a un porcentaje muy bajo de embarazadas, pero el riesgo tanto para el bebé como para la madre es muy grave:
- Mayor riesgo de sufrir un aborto espontáneo
- Riesgo de que el feto sufra taquicardia
- Bajo peso al nacer
- Fallecimiento del feto
Los riesgos para la madre pueden ser muy graves como la preeclampsia o un agravamiento de los síntomas ya mencionados que produce el hipertiroidismo.
Cómo detectar un problema en la tiroides
Es posible que estos trastornos aparezcan durante el embarazo, por lo que es muy importante que estés atenta a cualquier cambio. Acudir al médico lo antes posible será primordial, tener un diagnóstico temprano te ayudará a controlar cualquier situación.
No obstante, debes saber que si los problemas derivados de un mal funcionamiento de la tiroides se controlan a tiempo, no tienen por qué interferir en el embarazo.
Los síntomas del hipotiroidismo son:
- Aumento de peso
- La piel aparece más seca
- Las uñas y el pelo se ven más débiles
- Dolor en las articulaciones
- Falta de energía, cansancio y malestar general
Los síntomas del hipertiroidismo son:
- La pérdida de peso
- Taquicardias
- La piel muy fría y húmeda
- Poca tolerancia al calor
- Aumento de la glándula tiroidea
Cómo prevenir los trastornos de la tiroides
El yodo, es un elemento fundamental para que la glándula tiroidea pueda realizar sus funciones de forma correcta. Puedes obtener este mineral a través de alimentos como el pescado, la leche, los huevos o el yogur entre otros. Pero también puedes cubrir las necesidades de yodo, utilizando sal yodada para cocinar. Además, el médico te recetará un suplemento en el que se incluye el yodo, entre otros.
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