Por qué hay niños que parecen autistas pero no lo son

Espectro significa una amplia variedad de señales o síntomas. El autismo se describe como un espectro de trastornos porque sus signos pueden presentarse de manera diferente. Algunas personas tendrán señales importantes de comportamiento y comunicación que hacen más probable el diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA). En otros casos, el entorno más cercano puede notar comportamientos atípicos ocasionales, por eso no los lleva a buscar una evaluación completa de salud conductual. Cuando un niño parece autista es mejor evaluarle para descartar posibles trastornos.

En este último escenario, es posible que nunca se diagnostique o se aborde terapéuticamente el autismo de un niño. Es posible que las formas levemente expresadas de comportamiento TEA pasen completamente desapercibidas, o se vean como simples rarezas o manías. Puede que el niño y sus padres se sientan frustrados por la falta de explicación de ciertos comportamientos. Uno de esos comportamientos puede ser tener dificultades de socialización, por ejemplo.

La importancia de la evaluación conductual

niño autista feliz

Ignorar la posibilidad de un diagnóstico de autismo, especialmente si un niño parece neurotípico la mayor parte del tiempo puede hacer que sea más difícil para ellos adaptarse y satisfacer sus necesidades. Por esta razón, los maestros y cuidadores que observen signos sutiles de trastorno del espectro autista deben hablar con un profesional de la salud mental. Los padres, maestros y el resto de personas cercanas al niño son los mejores observadores cuando se trata de detectar un posible diagnóstico de TEA. Solo un profesional con licencia puede realizar un diagnóstico completo y preciso, pero no es necesario estudiar psicología o psiquiatría para sospechar sobre el autismo.

¿Cuáles pueden ser los síntomas de un autismo leve?

El trastorno del espectro autista abarca una amplia gama de patrones de comportamiento. La inconsistencia de un caso de TEA puede hacer que sea más difícil para las personas cercanas conectar completamente los síntomas con el trastorno. Aun así, hay muchos comportamientos comunes que podrían apuntar a un posible diagnóstico del trastorno del espectro autista, como los que vamos a ver a continuación:

niño con autismo en el parque

  • Juego repetitivo o ecolalia (expresividad verbal)
  • Fijación en ciertas actividades, ideas o conceptos
  • Reticencia a participar en actividades nuevas o a interrumpir rutinas
  • Aversión a ciertas formas de interacción, especialmente relacionadas con el contacto físico
  • Evita el contacto visual, y resulta difícil entablar una conversación con él o ella
  • No hace caso de indicaciones verbales o físicas, como no mirar hacia donde señala alguien
  • Tiene dificultad para mostrar empatía, para comprender los sentimientos de los demás o a expresar los suyos propios
  • Reticencia a socializar, prefiere estar solo o sola
  • Tiene problemas para expresar sus necesidades o deseos
  • Reacciones de rechazo ante ciertas imágenes, sonidos, texturas u olores
  • Berrinches o agresión explosiva con desencadenantes inesperados
  • Algunos niños con TEA pueden parecer tener una discapacidad de aprendizaje u otra forma de trastorno del comportamiento
  • Pueden tener problemas médicos recurrentes, como molestias gastrointestinales, dificultad para dormir o convulsiones
  • Muchas personas con autismo también pueden tener trastornos de salud mental como ansiedad, depresión o trastorno por déficit de atención

También es posible que cualquiera de los signos de comportamiento anteriores pueda estar relacionado con otra condición aparte del autismo, como que el niño tenga un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Esta posibilidad debería animar a los padres a buscar la evaluación diagnóstica de un profesional que pueda asesorarles sobre la mejor manera de abordar las necesidades del niño.

Los niños que parecen autistas pueden beneficiarse de un enfoque terapéutico

niña autista en la calle

Las personas con autismo pueden recibir estrategias y apoyo que pueden ayudarles a trabajar sobre su trastorno y a tener éxito sin dejar de ser ellos mismos. Asimismo, si tu hijo tiene comportamientos de autismo pero no está diagnosticado, puede recibir las mismas estrategias que aumentarán su bienestar. Una vez comiences a hablar con profesionales acerca de la situación única de tu hijo o hija y cualquier comportamiento atípico que tenga, comenzarás a comprenderle mejor. 

Este tratamiento terapéutico hará que la vida de tu hijo o hija sea menos estresante y más plena. Si piensas que el comportamiento de tu hijo o hija tiene rasgos que corresponden con el espectro autista, aunque no tenga ese diagnóstico, busca apoyo de profesionales. También puedes buscar un segundo diagnóstico si no estás conforme con el primero. El TEA tiene un abanico amplísimo de síntomas y rasgos, pero con la ayuda adecuada las personas pueden llevar una vida plena.


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