La maternidad o paternidad es ingrata en muchas ocasiones. Los padres dedican la vida a los hijos, a su bienestar, a sus cuidados y que tengan lo mejor en todo momento. Aunque es algo que se hace por puro amor, sin esperar nada a cambio, cuando los hijos no responden de la manera esperada puede resultar terriblemente doloroso. Incluso, puede parecer que los hijos se olvidan de sus padres.
Sin embargo, ¿es real que los hijos se olvidan de sus padres? porque quizá solo sea un sentimiento, es posible que tan solo se deba al hecho de que los hijos deben hacer su propia vida. Aunque también se pueden dar circunstancias por las cuales un hijo se aparte de sus padres, hasta incluso parecer que se olvida de ellos. ¿Qué puede llevar a esta situación?
¿Se olvidan los hijos de sus padres?
Muchos hijos adultos tienden a olvidarse de sus padres, sencillamente porque nadie quiere pensar que en algún momento ya no estarán. Egoístamente, aunque en la mayoría de los casos de forma inocente, los hijos hacen su vida lejos de los padres. Es una cuestión de naturaleza, cada persona siente en su naturaleza la necesidad de vivir al margen de todo lo que les protege, descubrir el mundo a través de sus propios ojos.
Como madre o padre uno puede sentir que sus hijos se olvidan de ellos, aunque no necesariamente tiene que ser así. A no ser claro, que existan circunstancias que puedan comprometer la relación de padres e hijos cuando estos crecen. Por mucho que uno haga su vida adulta, hay cosas de los padres que nunca se olvidan, en ellas, se puede encontrar la razón de ese alejamiento.
La protección de los padres
Algo que difícilmente se puede olvidar cuando uno crece, es el sentimiento de protección de unos padres. Cuando esto ocurre en la infancia, se crea un vínculo especial, irrompible. Es un sentimiento, es intangible, pero solo recordar cómo te sentías cuando tu padre o tu madre te cuidaba, te protegía como un león a su cachorro, te invade una sensación de tranquilidad.
De la misma manera, si eso no existió en la infancia, lo que queda es un sentimiento de desprotección. Una relación con carencias que puede llevar a cualquier persona a apartarse de sus padres. Si un hijo sufre el desapego por parte de las personas de referencia, lo normal es que en la madurez se vaya alejando, apartando, porque no tiene el sentimiento de protección recíproco que se debió dar en la infancia.
La atención recibida, o la ausencia de ella
Para los niños, el amor de los padres está unido a la atención que le profesan. Un niño tiene determinadas necesidades que cubrir y cuando esto no ocurre, se siente desatendido. Uno puede pensar que por mucho trabajar un hijo será más feliz. Pero la realidad es que el niño lo que necesita es atención y tiempo de calidad con los padres. Jugar por las tardes antes de dormir, pasar ratos especiales que crean recuerdos inolvidables.
El ejemplo
Los niños crecen a imagen y semejanza de lo que ven en casa, los hábitos buenos y malos los adquieren de lo que ven y viven cada día. Por tanto, si crecen viendo que los padres no tienen en cuenta a sus propios padres, lo normalizan, entienden que eso es lo que se hace en todos los casos. Recuerda ser un buen ejemplo para tus hijos, porque si ellos ven que tú mismo te olvidas de tus padres o no los tienes en cuenta, posiblemente repitan en el futuro este patrón.
Cada casa, cada familia y cada persona es completamente diferente. Las circunstancias pueden ser tan complejas, que es prácticamente imposible determinar por qué los hijos se olvidan de sus padres. Por ello, nunca se debe perder la oportunidad de darle a los hijos lo que realmente necesitan, cariño, afecto, atención, amor y protección. Solo así, en su madurez recordarán lo importante que son los padres en la vida de cualquier persona.