A los adultos nos puede resultar chocante el porqué los niños pueden ver una y otra vez la misma película y quedarse embobados todo el tiempo aunque ya sepan lo que va a suceder. Pueden llegar a verla hasta 100 veces si les gusta mucho, con el mismo grado de atención que la primera vez a pesar de sabérsela de memoria. Casi sin pestañear.
Como hipnotizados se pueden quedar los niños delante de la misma película una y otra vez. Se siguen riendo con los mismos chistes y se aprenden los diálogos, pero su placer por verla no disminuye. ¿Por qué los niños pueden ver la misma película una y otra vez?
Los niños aprenden por repetición
El cerebro de los niños es la causa. Su funcionamiento está preparado para aprender por repetición. Los niños asimilan la información recibida a través de la repetición. Por eso piden el mismo cuento una y otra vez, la misma película, los mismos dibujos y la misma canción.
La repetición mejora el aprendizaje y la comprensión. Es su manera de madurar y crecer. Les permite desarrollar sus habilidades cerebrales, como la lingüística, el pensamiento lógico y la narrativa. Los niños que ven la misma película varias veces pueden asimilar mejor las palabras, que viendo historias nuevas.
No comprenden todo la primera vez
Para ellos en una película o unos dibujos suceden muchas cosas a la vez, y algo que pueda parecer sencillo para los adultos para ellos es muy complicado de seguir. Demasiados estímulos a la vez que captan su atención, pero les cuesta asimilar juntos: conversaciones, palabras nuevas, emociones, varios personajes, colores, música, bailes… Todo ocurre demasiado rápido y no son capaces de captarlos todos la primera vez y hay muchas cosas que no comprenden.
Cada vez que la ven van captando nueva información y detalles que no habían detectado antes. Su atención y comprensión mejoran y pueden procesar más información. Les permite mejorar su pensamiento lógico, aprender las relaciones de causa-efecto, combinación entre objetos, aprender gestos y palabras,… todo desde la misma historia familiar.
Les gusta participar
Aprenden los diálogos, las canciones, lo que va a suceder,… lo que les permite participar más en la película y hace que le guste más. Pueden interactuar repitiendo las frases, haciendo sus bailes o cantando sus canciones. Su manera de celebrar sus éxitos es viéndola una y otra vez.
A los niños les encanta predecir el futuro
Saber lo que pasará a continuación les encanta. La vida real es demasiado impredecible y caótica para ellos, y poder “predecir el futuro” y saber lo que pasará a continuación les da seguridad y confianza.
En su día a día reciben muchísima información nueva que desconocen, y poder tener un conocimiento de algo les hace sentirse competentes, y les permite descubrir su mundo desde la comodidad. Les hace sentir que pueden controlar un pedacito de su mundo en un entorno familiar. Les da mucha satisfacción, disfrutan y les relaja.
¿Qué pasa cuando somos adultos?
A los adultos nos causa aburrimiento y cansancio ver lo mismo una y otra vez, por la película en sí misma. Sólo encontramos placer si hay detrás un factor emotivo: algo que nos recuerde a nuestra infancia o a una etapa que consideremos mejor o más simple de nuestras vidas. Es por eso que lo nuevo nos aburra rápido, y en cambio una película o canción de nuestro pasado no nos canse nunca. No es por la película en sí misma sino por lo que representa emocionalmente.
Por el resto queremos ver cosas nuevas, sentir nuevas experiencias. Nos aburre lo conocido y buscamos más allá.
Así que si tu hijo te pide una y otra vez la misma película ya sabes el porqué. Pónsela y que disfrute, su cerebro trabaja mientras él se lo pasa bien. Recuerda los beneficios que le reporta.
Por qué recuerda… tú también fuiste niño, y aunque no lo recuerdes lo hacías también.