Existe la peculiaridad de que los niños puedan hablar en tercera persona. Hay padres que observan que su hija habla con esta peculiaridad, utilizando frases como “Paula se va a jugar”, en vez de utilizar la frase común “me voy a jugar”.
Los niños comienzan a hablar y a establecer un pequeño diálogo desde los 18 meses hasta los 2 años. En la mayoría de las ocasiones es habitual escuchar a los niños hablando de sí mismos en tercera persona. Sin embargo, esta modalidad se puede llegar a desarrollar hasta los 3 años y es a partir de esta edad que si se sigue practicando puede ser una señal de un trastorno neurológico o del habla.
Mi hija habla en tercera persona
Son muchos los padres que escriben o consultan sus preocupaciones a través de un profesional o por redes. En la mayoría de los casos hablan de que su hija desde que comenzó a hablar a los dos años hasta el momento actual (4 años), siguen aumentando su buen desarrollo madurativo en el habla pero con frases dónde se expresan en tercera persona.
En estos casos los padres se pueden poner en manos de especialistas para poder descartar algún problema psicológico como problemas de madurez. Sobre todo, se intenta analizar si puede llegar a ser un problema de autismo
Causas de que un niño puede hablar en tercera persona
Si tu hija ya ha cumplido los 4 años de edad, puede que se trate de una señal de un trastorno neurológico o del habla. Hay que acudir a un médico especialista para que se analice la situación por si existiera algunos problemas como los siguientes:
Puede que tu hija sufra de autismo dónde a partir de esta edad los síntomas son más evidentes. En este caso hay una alteración en la comunicación verbal y no verbal. Si tu hija padece de ecolalia (imitación o repetición de sonidos, conversaciones o canciones de forma involuntaria e inmediatamente después de escucharlo), inventa palabras o habla de sí mismo en tercera persona, estos indicios son indicadores de que pueda estar sufriendo de autismo.
Por otro lado, puede estar sufriendo de algún tipo de psicosis en la infancia. Entre este tipo de enfermedad mental pueden venir síntomas asociados como trastornos en el habla, percepciones sensoriales fuera de lo común, problemas en sus relaciones sociales o torpeza en sus movimientos.
Los niños que tienen dificultades en su comunicación a nivel social o en su comportamiento: hablan en tercera persona, suelen dudar en conocer las norma que se les impone, no cooperan en las actividades del aula o no participan a jugar con otros niños o en grupos.
Las personas adultas también hablan en tercera persona
Las personas adultas también pueden hablar en tercera persona. Aquí ya no radica algún tipo de trastorno, pero sí que puede desencadenar en conductas psicológicas que marcan una personalidad.
En este caso pueden demostrar diferentes objetivos como tener un autocontrol, saben mentir, ocultan algo, la búsqueda de reconocimiento o incluso una demostración de humildad. En la mayoría de los casos los adultos no muestran ningún síntoma de trastorno mental, por lo que hablar en tercera persona no tiene nada malo.
Hay niños que adquieren su forma de hablar en tercera persona por imitación a sus padres. En este caso podemos observar que somos los propios padres que hablamos de esta forma sin tenerlo muy presente. Un ejemplo es cuando podemos decir: “sujeta el teléfono de papi mientras te abrocha el abrigo”, en vez de “sujétame el teléfono mientras te abrocho el abrigo”.
Se trata de una adquisición del lenguaje, dónde se refieren a sí mismos para reforzar una conducta o una petición. En estos casos suele convertirse en un hábito y los niños suelen captar estos datos y lo simulan como imitación. Puedes leer más temas relacionados dónde puedes aprender “cómo enseñar a tu hijo a hablar” o “actividades cotidianas para mejorar el lenguaje en niños”.