Escribir al revés es una hazaña que para muchos puede resultar difícil de realizar, pero en realidad hay niños que tienen esa capacidad y muchos padres que observan este fenómeno crea un sinónimo de preocupación. Este fenómeno es muy antiguo y se viene observando en personas zurdas e incluso en la escritura de varios idiomas, llamado escritura en espejo.
La forma de componer estos textos está compuesta por frases que se escriben en una dirección opuesta a la normal e incluso las letras también pueden estar invertidas. Se pueden observar letras o números puntuales, palabras, frases e incluso párrafos enteros, que se puede leer de forma correcta cuando se coloca un espejo al lado.
¿Por qué mi hijo escribe al revés?
Este fenómeno suele reproducirse en niños alrededor de los 5 a 7 años, dónde los números y letras son escritos al revés o en posición contraria a la correcta. Las razones pueden ser muchas y entre ellas es porque todavía no perciben con claridad si una letra o número está orientado hacia la izquierda o hacia la derecha.
Por lo general, esto sucede por una falta de atención o problemas en captar la información en su visualización. No obstante, el niño seguramente no sea capaz todavía de hacer una correcta orientación espacial de la escritura y en algunos casos puede a llegar a ser consecuencia de algún problema más grave.
Motivos principales por los que se produce la escritura al revés
Los niños tienen que pasar por un proceso para establecer cuál puede ser su preferencia, si escribir con la mano derecha o la izquierda. Este proceso se llama lateralidad y es aquí cuando muchas veces se comienza a manifestar este tipo de escritura al revés.
Los niños pueden presentar un tipo de lateralidad cruzada o lateralidad zurda, dónde los niños zurdos comienzan a escribir de derecha a izquierda y necesitan ese período de entrenamiento para poder adiestrar el tipo de dirección correcta.
Puede aparecer un problema de percepción visual, a la edad dónde el niño comienza a aprender las letras y números. A la edad de 5-6 años los niños deben de tener una percepción totalmente avanzada de cómo aprender y representar algunos grafemas, pero hay algunos que sin querer pueden presentar dificultades.
Aparecen ejemplos en dificultades para aprender las simetrías en letras como “b-d” o “b-p” o en los números, dónde luego pueden llegar a invertirlos cuando lo tienen que escribir. Estos casos suelen aparecer de forma puntual y es una fase normal en el aprendizaje de la lectroescritura. El niño a la edad de 7 años tiene que haber superado este problema con total perfección.
Escribir al revés no es señal de padecer dislexia
Se ha demostrado que los niños al escribir al revés significa que padezcan dislexia, pero no es siempre. Sí que es verdad que hay niños con dislexia que sí que invierten los número y letras. Los niños que representan esta forma de escribir no tienen dificultad de aprendizaje ni de atención por regla general, pero había que estudiarlo.
Hay que ayudar a los niños a que ‘desaprendan’ esta modalidad. Se puede empezar con cada una de las letras que escribe al revés y trabajarlas con ejercicios y juegos. Lo mismo se puede tratar con los números que se invierten. Más tarde se puede usar más de un sentido para que trabaje las letras, conociendo esta destreza como enfoque multisensorial.
Lo puedes ayudar en casa haciendo ejercicios de búsqueda de letras, dónde tendrá que rodear las que más difíciles le resulte y ayudarlo a crear palabras con esas letras. Con ejercicios pequeños y diarios de unos 5 minutos podrán reforzar esta técnica y a la larga se notarán sus resultados.
Si el niño ha llegado al segundo o tercer curso de primaria y todavía sigue escribiendo al revés, entonces hay que consultar este problema y ponerlo en manos de profesionales. El profesor es la primera persona a la que hay que consultar y de ahí seguramente haga una derivación a qué tipo de profesional sería el más conveniente.