Toda madre primeriza pretende tener indicadores claves acerca de muchas cosas: desde cuándo el bebé tiene hambre a las razones por las cuáles se despierta en la noche. Y a partir de los dos años del bebé, comienza ese micro análisis para así advertir cuando el niño está listo para dejar los pañales. ¿Por qué mi hijo se quita el pañal? ¿Será que está listo? Ya no amanece mojado…¿está maduro entonces?
Lo que pocas suponen es que no existe una receta clara y efectiva sino más bien experiencias y estilos de niños. Si lo que se busca es una respuesta clara mediante indicadores certeros pues habrá que comenzar a desandar camino pues lo cierto es que no existe un patrón único aunque sí algunas señales a las que es posible prestar atención.
Mamá, no quiero más pañal
¿Por qué los niños se quitan el pañal? Muchas madres creen que es la gran respuesta develadora que indica que el bebé está listo para dejar los pañales y si bien puede ser cierto en muchos casos, esto será así siempre y cuando venga acompañado de algunas otras señales.
Hay niños que se quitan el pañal porque están maduros para abandonarlos mientras que a otros simplemente les molestan. O bien tienen calor o bien sienten algún roce.
Cuando quitarse el pañal es señal de madurez
Ahora bien, en el caso de los niños que se quitan los pañales, es bueno estudiar cada caso y si viene acompañado de otras señales entonces quizás sea un buen momento para introducirlos en el baño.
- En especial si además:
- Es coordinado al caminar
- Hace pis de una sola vez y bastante cantidad
- Sus deposiciones son regulares, blandas y bien formadas
- Su pañal se mantiene seco por largos períodos de tiempo (al menos 3 horas)
- Puede subirse y bajarse los pantalones solo
- Le molesta sentir el pañal sucio
- Comienza a imitar los movimientos de los adultos cuando van al baño, por ejemplo agachándose
- En el caso de que hable, preguntarle por qué quiere quitarse los pañales.
Madurez, la clave
La retirada del pañal marca un hito en la vida de un niño pues, si se realiza en el momento adecuado, es indicador de un salto de madurez. Sin embargo, todo lo contrario sucede si se acelera el proceso y, de alguna manera, se fuerza al niño a dejar los pañales antes de tiempo. En estos casos, los resultados pueden dar lugar a niños que continúan haciéndose en la cama por las noches o bien que no logran controlar sus ganas el total de las veces. Por eso, es preferible aguardar a que varias señales entren en sintonía para entonces proceder a dejar los pañales.
Cuando los niños comienzan a percibir que se están haciendo pis o caca podemos hablar del inicio del proceso de madurez. Si bien esto no significa que estén listos para dejar el pañal es una buena señal de que registran sus cuerpos, que el sistema nervioso central del niño está madurando y logra advertir la presión que se produce en la zona del vientre aún cuando no es capaz de controlarlo. El paso siguiente es el desarrollo de los músculos esfinterianos que se vuelven más fuertes para que entonces aguarden más tiempo antes de ir al baño.
El poder de la palabra
Un niño que amanece con el pañal seco a diario y al que además le gusta quitarse el pañal es un niño que muy probablemente esté listo para dejar los pañales. Si a esto le sumamos otras pautas antes mencionadas, podemos considerar este punto como crucial pues entonces no se tratará de un bebé al que le molesta el pañal sino de un niño que está manifestando que es momento de dejar atrás una etapa para comenzar otra de mayor independencia.
Si el niño habla, es más fácil aún pues podemos preguntarle por qué se quita el pañal. Cuando responde que le molesta la respuesta está allí mismo y es momento de animar al niño a continuar con el proceso e invitarlo a ir al baño o bien utilizar una bacinica.