El bostezo es un acto bastante habitual en los seres humanos aunque también puede darse en determinadas especies de animales y que se suele relacionar de una manera habitual con el hecho de estar aburrido o cansado. Sin embargo, este comportamiento tan habitual y tan común en el día a día, es un fenómeno que ha sido y es objeto de estudio por parte de científicos e investigadores de todo el mundo.
En el siguiente artículo vamos a explicarte de manera detallada el por qué se produce el bostezo y cual es el fin del mismo.
El acto de bostezar
El bostezo es un comportamiento innato del ser humano y de multitud de especies animales. Se caracteriza por una inhalación profunda seguida de una exhalación que consiste en abrir la boca ampliamente. Normalmente el acto de bostezar va a afectar a la respiración ya que se vale de los músculos de la mandíbula y de los pulmones para conseguir que la boca se pueda abrir por completo. Este proceso tan simple y sencillo va a dar lugar a una serie de respuestas fisiológicas y neuroquímicas en el organismo.
Algunas teorías acerca del hecho de bostezar
Son muchas las teorías las que han intentado explicar el bostezo y el fin que tiene el mismo para el organismo:
- Una de las teorías va a indicar que el bostezo se produce con el objetivo de ayudar a regular la temperatura del cerebro. Durante un bostezo, se inhala aire, lo que podría ayudar a enfriar el cerebro y mejorar su funcionamiento.
- Otra de las teorías va a sugerir que el bostezo aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede ser beneficioso si la persona está cansada o tiene mucha fatiga.
- Otros estudios creen que el bostezo podría servir para aumentar la alerta y el estado de vigilia de la persona, especialmente en situaciones en las que va a predominar la monotonía.
- Se ha sugerido también que el bostezo puede tener un papel importante en lo referente a la comunicación social, ayudando a transmitir estados emocionales entre personas.
- Una teoría algo más simple va a sugerir que el bostezo ayuda a despejar el exceso de dióxido de carbono y otras sustancias químicas del organismo, lo que puede ser bastante bueno cuando los niveles de estrés son demasiado altos.
La relación entre el bostezo y el cerebro
El bostezo también va a estar vinculado a diversos procesos neuroquímicos en el cerebro. Se ha podido demostrar que el bostezo está asociado con cambios en los niveles de neurotransmisores como es el caso de la dopamina, la serotonina y el óxido nítrico en el cerebro. Esto es algo que va a permitir sugerir que el bostezo podría desempeñar un papel esencial en lo que concierne a la regulación del estado de ánimo y el comportamiento.
En qué consiste el bostezo contagioso
El bostezo contagioso hace referencia al hecho de que presenciar a otra persona bostezando, va a desencadenar la necesidad irresistible de bostezar en uno mismo. Este comportamiento se suele producir en los humanos, en los primates y en algunas especies de mamíferos. En cuanto a los motivos por los que se produce el bostezo contagioso hay que indicar los siguientes:
Hay quienes indican que el bostezo contagioso está relacionado con la empatía y la conexión social. Bostezar en respuesta al bostezo de otra persona podría ser una manera de comunicar simpatía y solidaridad, lo que va a permitir fortalecer los lazos sociales entre las personas.
En otras ocasiones el bostezo contagioso puede ser el resultado de la imitación automática, un proceso por el cual se va a imitar de una manera inconscientemente los comportamientos de otras personas. Esta imitación automática podría estar vinculada con la capacidad de empatía.
Otros estudios van a sugerir que el bostezo contagioso podría estar relacionado con la sensibilidad al estado emocional de otra persona Presenciar a alguien bostezando podría desencadenar una respuesta automática en el sistema nervioso, llegando a reflejar la experiencia emocional de la otra persona.
El bostezo en el ámbito médico
Si bien el bostezo es un comportamiento totalmente normal y saludable en la mayoría de los casos, también puede ser un síntoma claro de ciertas condiciones médicas. Esto es lo que ocurre con el conocido como bostezo excesivo o incontrolable. En tal caso es una señal clara de trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson. Además, algunas investigaciones han indicado que el bostezo excesivo podría estar relacionado con trastornos del sueño como ocurre con la apnea del sueño.
¿Es malo retener los bostezos?
Diversos estudios señalan que si se retienen los bostezos, se van a acabar haciendo muchas más veces de lo normal. Hay investigadores que señalan que el bostezo es una reacción del cuerpo, que va a servir para poder enfriar el cerebro o regular la temperatura del propio cuerpo. Es por ello que una manera de evitar los bostezos, sería la de refrigerar la estancia en la que uno se encuentra. Lo que debe quedar claro es que a día de hoy no se ha podido encontrar ningún tipo de reacción fisiológica clara que se desencadene tras el acto de bostezar.
También existen personas que no son capaces de bostezar bien o se quedan a la mitad del bostezo. Esto puede deberse a una poca oxigenación en el cerebro o a unos niveles demasiado altos de ansiedad o de estrés. Por lo tanto se puede decir que intentar evitar bostezar no va a ser bueno ni malo, es algo que va a resultar casi imposible de conseguir.
En definitiva, el bostezo es un fenómeno que ha llegado a desconcertar a los investigadores a lo largo de los siglos aunque cada vez se está más cerca de comprender su significado y su fin. Está claro que el bostezo es mucho más que un simple acto reflejo del organismo. El bostezo puede ser mucho más que un signo de aburrimiento o de cansancio, llegando a ser una ventana a los misteriosos mecanismos que van a regir la mente y el comportamiento humano.