Muchas veces por desconocimiento o por repetición de patrones (nos lo hicieron a nosotros de niños) caemos en el uso del chantaje para conseguir que tus hijos hagan lo que quieres. Lo hacemos de manera inconsciente y casi sin darnos cuenta. Para poder evitar esta técnica dañina es conveniente primero saber lo perjudicial que es usarla y segundo hacerla consciente. Solo así podremos evitar usar esta herramienta y usar otras más educativas y positivas. Pasamos a contaros por qué no educar a través del chantaje emocional.
El uso del chantaje emocional
Los adultos usamos más de lo que deberíamos el chantaje para conseguir manipular o dominar a los demás. Es una herramienta de control para que el otro se sienta mal y haga lo que nosotros queramos.
Frases como “si no recoges tu cuarto ya no te voy a querer”, “si no te lavas los dientes el ratoncito Pérez no te traerá nada”. Parecen frases inofensivas pero pueden hacer mucho daño en la psique de tu hijo.
Los niños cuando son pequeños con como esponjas que absorben todo a su alrededor. Aprenden y ven la vida a través de sus ojos, y observan nuestro ejemplo para ver lo que es considerado normal. El uso de chantaje por parte de los padres provoca unos daños en su pequeña mente: les causa problemas de autoestima, estrés, depresión, miedos, tristeza, problemas de aprendizaje, sentimiento de inferioridad… Puede que te obedezcan pero el precio que pagan es inmenso.
El chantaje emocional provoca heridas que no pueden verse a simple vista pero que duelen mucho y que les impide desarrollarse psicológicamente de forma saludable.
Manipulación a través del chantaje
Cuando usamos el chantaje tanto sea a niños como a otros adultos nos estamos convirtiendo en manipuladores. Usamos el amor para chantajear al otro, para conseguir algo de esa persona a cambio de nuestro amor y atención. El amor no puede ser una moneda de cambio, como si tu amor tuviera precio. El amor no puede estar supeditado a que alguien haga algo o deje de hacerlo.
El chantaje es un arma muy peligrosa, y lo peor es que los niños aprenden rápido su funcionamiento. Es una técnica egoísta y nada instructiva, de la que es mejor desprenderse y evitarla a toda costa.
Tipos de chantaje emocional
Susan Forward en su libro Chantaje Emocional distingue 4 tipos de chantaje emocional:
- Castigador de los demás. Este tipo de chantajista proclama lo malo que le pasará a los demás si no consigue lo que quiere.
- Castigador de sí mismo. Amenaza con su propia integridad si sus deseos no son satisfechos.
- Víctima. Es la persona que utiliza el silencio y la guerra fría para hacer saber que no está contento con la situación y quiere que el otro averigüe lo que quiere.
- Provocador. Promete amor y cariño si consigue sus deseos.
Cómo evitar la manipulación emocional con los niños
Cómo es algo tan normalizado no será fácil erradicarlo pero ahora podemos detectarlo para cambiarlo por otras técnicas más respetuosas. Lleva tiempo y paciencia, no es fácil, pero puede lograrse. Veamos los consejos que os proponemos para evitar la manipulación emocional con los niños:
- Paciencia. No perder los nervios para no tirar de chantaje. Respira hondo un par de veces antes de hablar. Respeta sus tiempos y pon todo tu cariño y paciencia para recuperar tu seguridad sin recurrir al chantaje.
- Da ejemplo. Si quieres que tu hijo haga algo en concreto el mejor aprendizaje es enseñar desde el ejemplo en lugar de amenazar.
- Negocia. En lugar de no darle opciones, ofrécele alternativas. Negocia con él, escucha lo que tiene que decirte. Puede que lo que quieras que haga responda a tus necesidades, pero no a las suyas.
- Explícale los beneficios que tiene la conducta para él. Sabiendo las ventajas que puede tener la conducta para ellos es más probable que la hagan sin hacer uso del chantaje.
- Comunicación respetuosa. Permite que tu hijo pueda hablar contigo y sentirse seguro. Que te vea como alguien en quien confiar y no alguien que solo impone su voluntad.
Por que recuerda… tu decides que semillas decides plantar en tus hijos, si de miedo y dominación, o de amor y respeto.