La nueva madre no ha dejado de ser mujer, desea sentir y vivir su orgasmo, pero su vida íntima y sexual ha cambiado.
Tras dar a luz el cuerpo y la mente de la mujer cambian. Los primeros meses la mujer debe habituarse a las relaciones sexuales e intentar volver a la normalidad de la plenitud, o el máximo placer sexual con los orgasmos. Seguidamente, vamos a explicar los motivos por los cuales una mujer y madre debe disfrutar de los orgasmos.
Índice
La vida sexual tras ser madre
El modo de vivir el sexo tras tener un bebé cambia, sobre todo al principio. La adaptación se hace extensible a todas las áreas que rodean a la mujer. El cuerpo se está recuperando del trastorno físico. Las heridas tardan en cicatrizar y en cuanto el tema sexual, volver a sentir placer, concretamente con orgasmos en la mujer, se torna un tanto costoso.
Muchas mujeres creen erróneamente que todo volverá rápidamente a su cauce, y entre otras muchas cosas, el tema sexual tarda en ser una mínima parte de lo que era. Son muchas las mujeres y madres quienes afirman que pierden su deseo sexual, y a la par otras se lamentan de sus molestias y su falta de lubricación al practicar sexo. Con todo esto llegar al orgasmo se percibe casi improbable por el momento.
Intentar lograr orgasmos
Son muchas las mujeres y madres, quienes afirman que pierden su deseo sexual, y a la par, otras se lamentan de sus molestias y su falta de lubricación al practicar sexo.
Cuando la mujer se sienta bastante recuperada, lo ideal es retomar las relaciones sexuales completas tras la cuarentena. Con cesárea , puede intentarse un poco antes, si la mujer se encuentra con fuerza. Siempre que la iniciada madre no se sienta incómoda, u «obligada», en el sentido de agradar a su pareja, puede tantearse el terreno tranquilamente. Optar por probar suavemente, con caricias, juegos sexuales, renovar posturas, cambiar el modo de iniciar el acto sexual, y sin olvidar que el organismo no está al cien por cien, más si hubo desgarros y todavía hay sangrados.
La mujer que ahora es madre se siente temerosa y frágil. Teme perder su apetito sexual, no sentir el orgasmo, ni poder dar a su pareja buenos momentos íntimos. Sin embargo, ambos deben tener paciencia. Todo suele volver a la normalidad a su debido tiempo. Ahora el bebé y el cansancio suelen ocupar gran parte de los pensamientos de la madre. Además los lubricantes pueden ser unos grandes aliados a la hora de buscar la intimidad y complicidad.
La pareja: el apoyo y la comprensión
La pareja es fundamental en la relación. Debe ser comprensiva y dar tiempo y espacio a la mujer, quien en ocasiones no se siente preparada ni ella misma. La reciente madre no ha dejado de ser mujer y tiene sus necesidades sexuales, aunque la libido se encuentre más adormilada. Desea sentir y vivir sus orgasmos, pero su intimidad ha cambiado y las muestras de afecto deben sucederse para permitir llegar a algo.
Si la mujer da pecho a su hijo notará mayor sequedad vaginal por el descenso de estrógenos y eso puede producirle dolor al practicar sexo. Geles y crema lubricantes, y mucha calma y pasión al iniciarse las relaciones íntimas, facilitarán que se llegue a disfrutar en el acto sexual. Es recomendable que la mujer hable con su pareja. le exponga su situación y preocupación para así lograr entenderse y evitarle molestias. Una postura menos incómoda es ella encima del hombre, con lo que podrá ser ella quien regule cómo ha de sucederse la penetración.
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