Hoy celebramos el día internacional del beso. Es por eso que nos tomamos un momento para explicarte la importancia de los besos para tus hijos. Son gestos sencillos que no cuestan nada para nosotros y para ellos es tan esencial como su alimentación.
Un beso es un acto de comunicación básico para expresar nuestro afecto. Cuando nace nuestro bebé, tiene las mismas necesidades afectivas que un adulto. Sin embargo, no tiene aún la capacidad de verbalizar sus necesidades, por lo que debe expresarlas de otra forma. Los besos y los abrazos son su manera de expresar su necesidad de afecto.
El origen de los besos
En realidad, todos los animales, en especial los mamíferos, se expresan con besos. Algunos se lamen, otros se picotean o mordisquean, son besos algo especiales, pero besos al fin y al cabo. Esto es porque todos los animales tenemos la necesidad de expresar nuestro afecto, somos seres sociales.
En el caso de los canes, esos «besos» son su forma de demostrar, no solo afecto, también respeto. Te están demostrando que te seguirían a cualquier parte. Tú eres el líder de su manada y lo demuestran así.
En la línea evolutiva de los homínidos, el beso tal y como lo conocemos tiene su origen en la necesidad de masticar la comida de las crías. Es decir, al nacer sin dientes, las madres tenían que masticar los alimentos que ofrecían a sus bebés. El beso original fue fruto de una necesidad fisiológica como era la alimentación. Este beso ha ido derivando en la forma de expresar el afecto que hoy conocemos, con sus distintas facetas.
El beso actual
Hoy en día el beso se ha convertido en una forma de expresión afectiva, que engloba muchos matices. Es básico que tus hijos no solo aprendan a dar y recibir besos de vosotros. Es decir, es más fácil que tu hijo aprenda a ser una persona afectuosa si además de dar o recibir besos, ve que tú lo haces también con el resto de la familia, sobre todo con su padre.
No hace falta ser excesivamente expresivo y estar todo el rato dando besos y abrazos. Sin embargo, es sano que tu hijo crezca en un ambiente en el que se demuestre el afecto con naturalidad. Es un error hacer del beso algo que esconder, porque podría confundirse y entenderlo como algo obsceno. Está claro que no es lo mismo un beso de amigos, que un beso de hermanos, de familia o de amantes. Con el tiempo, tu hijo irá aprendiendo durante su desarrollo a distinguirlos, no hay que tener prisa. Pero los primeros que conocerá son los besos de papá y mamá, así que es de vital importancia que tenga un buen ejemplo.
Ya hemos explicado que el beso nació para que las madres de homínidos alimentasen a sus crías. Hoy por hoy, sirven para alimentar su espíritu. Cuando eres pequeño, un beso de mamá en una herida, la hace sanar. Un beso de mamá en la frente, cura cualquier pena a cualquier edad. No hay nada que reconforte más y que nos dé más paz, que el beso de nuestra madre.
La importancia del beso día a día
Ya conoces el origen del beso y en lo que se ha convertido a día de hoy. Ahora sabrás porqué es tan importante para tu hijo.
Tu hijo, como ya hemos dicho, necesita de tu afecto desde que nace, pero no puede verbalizarlo. Tu bebé no puede decirte mamá te quiero, pero puede estirar sus labios y sus brazos balbuceando «mama». En ese momento en el que llora o en el que ríe, te necesita, quiere que le devuelvas ese beso. Solo así puede entender, que es tu mundo, como tú eres el suyo.
Durante todo su crecimiento, tu hijo siempre va a tener circunstancias que le afecten, que le duelan y necesiten sanar. Es entonces cuando hay que aplicarles la mejor medicina del mundo, ese beso que solo da una mamá.