Seguro que esta estampa te suena. Estás de compras o tomando algo fuera de casa y tu hijo decide montar un berrinche en plena calle. Intentas hablarle pero parece que nada funciona y terminas poniéndole tu móvil o tablet para que se calme. Parece milagroso como se quedan embobados mirando su serie de dibujos favorita. Pero por desgracia no es todo tan maravilloso como parece. Calmar una rabieta con tablet o móvil puede traer riesgos a largo plazo que es bueno que conozcas.
Las nuevas tecnologías son buenas sin abusar
Las nuevas tecnologías han venido para ayudarnos y hacernos la vida más fácil. Son fantásticas como herramienta de aprendizaje y para desarrollar ciertas habilidades. Pero si hacemos un uso indiscriminado de ellas o usándolas cuando no conviene, pueden tener consecuencias en la educación de tus hijos.
Ya os hablamos en hablamos en este otro artículo de las consecuencias de los dispositivos electrónicos en la vista de los niños, que es muy preocupante. Pero no solo hay riesgos para la visión de nuestros hijos. Si utilizamos los smartphones o las tablets para conseguir que tu hijo cambie su atención hacia ellas y se calle, estaremos haciendo muy mal nuestra labor como educadores.
Consecuencias de calmar una rabieta con tablet o móvil
Las rabietas de los niños son de lo más estresantes. Pueden salir en cualquier momento y lugar, normalmente suele ser en público. En un restaurante, en un centro comercial, Nuestra paciencia llega a sus límites y nos frustramos, y optamos por la vía fácil: calmar a los niños con una Tablet o móvil. Parece inofensivo, los niños parecen calmarse al distraer su atención y por fin conseguimos ese ansiado silencio. Pero veamos que consecuencias negativas puede traer el hacer este uso indiscriminado de las nuevas tecnologías.
- Dificultades emocionales. Sí, has leído bien. A largo plazo el uso de dispositivos electrónicos para apaciguar a los niños puede causarles dificultades emocionales. Lo único que conseguimos es sedarles, pero el problema no se soluciona. No saben porque se sienten así, y mucho menos como solucionarlo.
- Baja toleración a la frustración. De esta forma no aprenden a que las cosas no salen siempre como ellos quieren, y en el futuro no sabrá afrontar una frustración en su vida. Le será muy difícil gestionar adecuadamente sus emociones si no las afronta.
- No aprenden a comportarse. Al darles el dispositivo los niños lo ven como un premio a su comportamiento, por lo que se está fomentando su mal comportamiento. Ya sabrá que hacer cuando quiera de nuevo tener la tablet o móvil.
- Pérdidas de concentración. Después del exceso estímulos como sonidos, colores y movimientos que hay en las pantallas, la vida real les parece como estimulante y perderán su atención y motivación.
- Impide el desarrollo de su autocontrol. Se vuelven niños impacientes, que lo quieren todo y ya mismo. Aprenderá a evitar sus emociones y a mirar hacia otra parte.
- Pierden el contacto social. Al estar pegados a una pantalla no desarrollan sus habilidades sociales.
Usa las nuevas tecnologías con moderación
En definitiva, usar las nueva tecnologías como chupetes emocionales no es buena idea. Acentúan los problema emocionales y no le estamos dando a nuestros hijos las herramientas necesarias para gestionar correctamente sus emociones.
Las rabietas son un momento fantástico para conectar con tu hijo y enseñarle a manejar sus emociones. A explicarle como se llama esa emoción que tiene y porqué la tiene. Los niños no montan rabietas para molestar a los padres, son expresiones emocionales que no saben controlar. Para eso estamos los padres, para ayudarles en el camino de la inteligencia emocional y la afrontación de problemas sin buscar atajos.
En este enlace tenéis un artículo sobre como manejar respetuosamente las rabietas desde el amor. Sin atajos, sin gritos, sin miedo ni amenazas. Una forma sana de relacionarte con tu hijo en sus peores momentos.
Porque recuerda… no hay mayor inversión que trabajar en la salud emocional de tu hijo.