Posiciones del bebé para el parto, ¿cuál es la óptima?

bebé útero

El embarazo es una etapa de ilusión y alegría, pero también de miedos e incertidumbres ante una situación que, siendo natural, es a la vez extraordinaria. El parto suele ser tan deseado como temido. Una de las cosas que más preocupan a las futuras mamás, a parte del dolor, es si el bebé estará bien encajado en la pelvis y si su postura será la adecuada para salir fácilmente en un parto vaginal.

En general, bebé se va colocando en la «posición de salida», más o menos a partir del octavo mes de gestación, pero esto puede suceder más tarde o incluso poco antes del parto si la mujer ya ha tenido hijos. A esto se le conoce como encajamiento. El bebé va descendiendo y colocándose en la pelvis de la madre, normalmente con la cabeza hacia abajo pero, en ocasiones, puede adoptar otras posturas.

La posición del bebé en el útero puede conocerse mediante la realización de ecografías. Las matronas experimentadas también pueden conocer la posición del bebé palpando el vientre de la madre. Sin embargo, hasta el mismo momento del parto no se puede saber con certeza la posición que adoptará el bebé para salir ya que, aunque en las últimas semanas el espacio es reducido, el líquido amniótico permite cierta movilidad. Además, en ocasiones, las mismas contracciones del parto hacen que bebés que vienen en una postura cambien en el último momento.

Conocer la presentación en la que se encuentra el bebé en el último trimestre es muy importante ya que determina en gran medida el desarrollo del parto. En 1996, la matrona neozelandesa Jean Sutton publicó, junto a la profesora prenatal Pauline Scott, su libro «Understanding and teaching the optimal foetal positioning» (entendiendo y enseñando la posición fetal óptima). En él, desarrollan la teoría de que el movimiento y cambios posturales de la madre en las últimas semanas de embarazo pueden influir en la postura que adopta el bebé al nacer. Esto es de vital importancia ya que, según esta teoría, muchas de las dificultades en el momento del parto, se deben que la presentación del bebé no es la óptima para que este se desarrolle con normalidad. Pero,¿cuál es la posición fetal óptima y qué podemos hacer para conseguirla?.

Existen tres tipos de presentaciones del bebé en el útero materno: cefálica (con la cabeza hacia abajo), podálica (de nalgas) y transversa (el bebé tiene la cabeza en un lado del vientre de la madre y el trasero en el lado contrario formando un ángulo de 90º con el eje del útero).

Presentación cefálica

Presentación cefálica

La mayoría de los bebés están en posición cefálica en el momento del parto, es decir con la cabeza hacia abajo y las nalgas hacia arriba. Dentro de esta presentación existen dos tipos: Cefálica anterior y cefálica posterior.

Presentación cefálica anterior

El bebé se encuentra cabeza abajo con su espalda pegada a la barriga de la madre. Esta sería la posición ideal para el nacimiento. La cabeza del bebé se flexiona, quedando la barbilla apoyada contra el pecho y siendo la coronilla (zona más estrecha de la cabeza) la primera en atravesar el canal del parto.

Presentación cefálica posterior

En esta presentación el bebé también está cabeza abajo pero con su espalda pegada a la de la madre y su cara mirando hacia la barriga. De esta manera, la cabeza del bebé no queda flexionada, ni su barbilla inclinada, por lo que su postura es menos flexible a la hora de adaptarse al canal del parto dando lugar  a partos más largos y dolorosos. Esta posición no implica que haya que realizar una cesárea, el parto puede ser vaginal pero es probable que se alargue debido a que el descenso del bebé es más complicado.

Presentación podálica o de nalgas

Bebé de nalgas

En esta posición la cabeza del bebé está hacia arriba y las nalgas hacia abajo. Es decir que la pelvis del bebé está en contacto con la pelvis materna. Normalmente el bebé se pone en posición cefálica entre la semana 28 y la 32, pero otros se dan varias veces la vuelta antes del parto, sobre todo si hay exceso de líquido amniótico. Algunos, aproximadamente un 3%, no llegan a darse la vuelta nunca y quedan posición podálica o de nalgas.


El hecho de que el bebé esté en posición podálica en las últimas semanas de embarazo, suele generar ansiedad en las futuras madres ya que normalmente se asocia al bebé de nalgas con parto por cesárea. Pero, ¿está realmente indicada una cesárea en estos casos? ¿se puede intentar un parto vaginal?.

En el año 2000 se publicaron los resultados de un amplio estudio denominado “Term Breech Trial”. Según este estudio, en presentaciones de nalgas, la cesárea debía ser el método de elección frente al parto vaginal ya que parecía disminuir la morbilidad neonatal. Estos resultados fueron rápidamente aceptados por la comunidad médica internacional que optó por programar las cesáreas en lugar de intentar partos vaginales cuando los bebés a término se presentaban en posición podálica.

Aunque la recomendación del Term Breech Trial fue adoptada por la mayoría de los organismos internacionales  importantes en materia de salud, entre ellos la SEGO(Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), hubo algunos, como la Dirección de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco, que decidieron no seguir dichas recomendaciones basándose en que sus contextos sanitarios, protocolos y habilidades profesionales eran diferentes a las de los países que habían participado en el estudio. Por ello, se siguen practicando partos vaginales con éxito en lugares en los que existe personal sanitario experimentado.

Tras publicarse este estudio surgieron numerosos artículos que cuestionaban su validez ya que en  todos los partos analizados no se habían seguido las recomendaciones de asistencia a los partos de nalgas. Según estas recomendaciones las intervenciones debían de ser mínimas y todos los partos habían tenido lugar en entornos muy medicalizados. En  2006 se realizó otro estudio, cuatro veces mayor que el Term Breech Trial. En dicho estudio, llamado PREMODA,  se vio que no había diferencias significativas en la morbilidad neonatal y perinatal entre partos vaginales de nalgas y cesáreas. Actualmente, la SEGO, ya no recomienda la cesárea como primera opción cuando el bebé viene de nalgas sino que deja la puerta abierta a un parto vaginal siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones: correcto desarrollo fetal y peso inferior a 4 kilos, que el bebé no mire hacia arriba y que esté colocado con las nalgas o los pies encajados en el canal de parto.

Presentación Transversa

bebé transversa

En esta posición el eje mayor del feto forma un ángulo de 90º con el eje del útero, es decir su cabeza está a un lado de la barriga de la madre y las nalgas en el lado contrario.

En este caso, al contrario que en la presentación podálica, es peligroso intentar un parto vaginal ya que existe un elevado riesgo de lesiones e incluso de muerte tanto para el bebé como para la madre.

¿Qué puedes hacer para que tu bebé se coloque en la posición óptima?

Como ya hemos visto, lo ideal de cara al parto es que el bebé esté colocado en posición cefálica anterior. No obstante, si tu bebé se presenta en otras posiciones no te agobies ya que en las últimas semanas o incluso durante el parto cabe la posibilidad de que se gire. Algunos trucos y técnicas pueden ayudar a que tu bebé se mantenga o se coloque en posición cefálica.

Presta especial atención a tu postura

Las posturas en las que tu barriga está más baja que tu espalda favorecen que el bebé se coloque en cefálica anterior ya que, por efecto de la gravedad, la espalda del bebé tenderá a colocarse en la parte más baja de tu abdomen. Intenta inclinar tu pelvis hacia atrás cuando estés sentada procurando que tus rodillas están más bajas que tus caderas y evita las posturas en las que estás reclinada hacia atrás ya que tu espalda queda más baja que tu tripa favoreciendo que tu bebé se coloque en cefálica posterior.

Practica ejercicios que favorezcan la posición fetal óptima

La natación es un ejercicio ideal para que tu bebé se coloque en posición cefálica. Lo mejor es que nades boca abajo y evites nadar de espalda para favorecer la correcta colocación del bebé.

Practica yoga durante 10 ó 15 minutos al día, en especial la postura del gato y la del mahometano. La postura del gato se realiza a cuatro patas con las manos alineadas con los hombros y las rodillas separadas a la altura de las caderas. Se arquea la espalda hacia arriba con las barbilla hacia abajo y posteriormente se va estirando lentamente hasta dejarla recta al tiempo que se eleva la cabeza. La postura del mahometano se lleva a cabo colocándose a cuatro patas, llevando el tronco hacia atrás y pegando el pecho al suelo con los brazos extendidos hacia delante.

Usa una pelota de pilates para hacer ejercicios de balanceo, especialmente aquellos en los que te inclinas hacia delante.

Aprovecha mientras ves la tele para sentarte en una silla mirando hacia el respaldo y apoyándote en él a horcajadas. También puedes ponerte de rodillas en el suelo apoyada en la silla o en cojines.

Versión cefálica externa

Versión cefálica externa

La versión cefálica externa es un conjunto de maniobras, que se realizan sobre el abdomen de la madre, para conseguir que los bebés en podálica o transversa se coloquen en posición cefálica. Antes de llevarla a cabo se realiza una ecografía para determinar la posición exacta del bebé, se monitoriza el latido fetal y se aplica una medicación para relajar la musculatura uterina y que el proceso sea más fácil. A continuación el ginecólogo procederá a presionar sobre diferentes puntos y a realizar masajes suaves para tratar de colocar al bebé en cefálica.

La versión cefálica externa es una técnica bastante segura y con un porcentaje de éxito elevado,  pero presenta el inconveniente de que puede inducir el parto por lo que solo debe llevarse a cabo en un entorno médico y con bebés a término.

Moxibustión

Esta técnica está recomendada por la OMS para la presentación podálica del bebé y puede realizarse a partir de la semana 32. Se trata de una técnica de la medicina tradicional china que consiste en estimular diferentes puntos del cuerpo con el calor de la combustión de la artemisa vulgaris ( Moxa), una hierba que parece estimular la circulación sanguínea pélvica y uterina, así como una estimulación adrenocortical que termina estimulando la actividad fetal. Para el caso de la presentación podálica del bebé el punto a estimular es la zona externa de la uña del dedo pequeño del pie. El porcentaje de éxito es bastante elevado según muestran diversos estudios, además  a diferencia de la versión cefálica externa, no tiene el inconveniente de poder inducir el parto.

Como ves, hasta el último momento hay posibilidad de que tu bebé se gire y tienes a tu alcance diferentes recursos para ayudarle. En principio no hay por qué programar una cesárea. Además, esta también presenta riesgos al tratarse de una cirugía por lo que hay que valorar la relación beneficio-riesgo. En todo caso, si fuese imprescindible realizarla, debes saber que no es necesario programarla ya que esta puede realizarse una vez desencadenado el parto. Así tu bebé  se beneficia del trabajo de parto previo que le ayudará a su adaptación al ambiente extrauterino. Si tu bebé viene de nalgas o en transversa, ante todo mantén la calma ya que no todo está perdido. Y sobre todo, sea cual sea su posición, intenta disfrutar de los momentos únicos e irrepetibles que te ofrece el embarazo.


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