La prevalencia de piojos aumenta globalmente, y no solo en niños que tienen móvil

Adolescentes haciéndose selfie

Hay veces que las cosas son tan obvias que ni siquiera nos paramos a pensar en ellas, y la siguiente afirmación es una buena muestra de ello: “los niños o adolescentes que tienen y usan smartphones o tablets, tienen mayor propensión a tener piojos”. Ya sé, ahora es cuando pensáis “¿a qué viene eso?” o “puf, esperábamos otra cosa de este post en Madres Hoy”.

Pero tiene su lógica: cuando los niños tienen este tipo de dispositivos y a su vez, se reúnen con amigos o compañeros, tienden a congregarse en torno a una pantalla para ver el progreso en un juego o ver una foto. Desde este punto de vista, cualquier actividad que implique “juntar cabezas”, entraña un riesgo, y esta no iba a ser menos. No lo digo yo (que conste), lo dice un estudio presentado por la NHS Foundation Trust (hospitales Universitarios de Oxford) a la Asociación Británica de Dermatólogos.

Anteriormente, existían teorías en el sentido de que hacerse un selfie aumenta la transmisión de piojos; parece que los resultados no son tan concluyentes como eso, pero si que se ha encontrado vínculo entre el uso colectivo del dispositivo y la diseminación de piojos. A día de hoy se sabe que los piojos no pueden saltar ni volar (lo contrario sería aún más desesperante, si cabe), pero pueden desplazarse con gran rapidez de un individuo a otro, con tan solo correr (23 centímetros por minuto, ahí es nada), valiéndose de 3 pares de patas cortas con las que se aferran al cabello.

Si queréis información sobre cómo acabar con los piojos, podéis leernos aquí; es muy difícil y requiere mucho tesón, a veces crees que has controlado la plaga y vuelven otra vez. Hay estudios que demuestran que la prevalencia de piojos se incrementa en todo el mundo, y aunque no creo que el uso de smartphones sea una de las principales causas, porque creo que antes de la era digital los niños reunían sus cabezas por otros motivos, es un factor a tener en cuenta.

En lo que si que hay coincidencia, es en la necesidad de revisar el pelo después de actividades compartidas, y también se dice que los repelentes no funcionan muy bien cuando la niña o el niño realiza actividades acuáticas, pues el agua reduce la eficacia, por lo que con más razón tras un baño en la piscina, deberíamos mirar cuidadosamente. Tómate el pase de liendrera como una rutina, y respira hondo.


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