El juego infantil nos puede resultar en ocasiones algo delicado y encantador. Pero a la vez, en otros momentos, como algo alborotador y turbulento o tonto y molesto, sobre todo cuando se imita los actos y actitudes de los adultos en general. Hay que decir que el juego tiene como peculiaridad ser una actividad espontánea y también placentera.
El juego es algo muy serio desde la más tierna infancia, puesto que ayuda al niño a conocerse a sí mismo. Aunque también a descubrir un poco más sobre sus compañeros en el mundo que lo rodea a través de sus diferentes manifestaciones. Sin olvidarnos que tiene una importancia vital en el crecimiento del niño y su integridad social y afectiva.
Cuáles son los principios del juego
El proceso del aprendizaje
El juego es un proceso, es decir es más importante el cómo se hace, el descubrimiento y aprendizaje que se realiza a través del desarrollo del juego que el resultado final que se obtiene de la tarea. Esto es debido a que incrementarán sus emociones más positivas, gracias a que van resolviendo todo tipo de situaciones por ellos mismos. Lo que da pie a mencionar que es uno de los pasos básicos en todo individuo en edades tempranas para poder desarrollar las funciones principales.
La necesidad del juego en la vida
El juego es necesario tanto en niños como en adultos y se desarrolla a lo largo de toda la vida. Por lo que no solo debemos entender el juego como algo que se deja en la infancia. Es cierto que en esta primera va a constituir el desarrollo emocional de los pequeños, pero a lo largo de la vida lo usaremos como un tratamiento muy positivo. En la adolescencia cualquier juego a modo de deporte serán los prioritarios y en la edad adulta, será el juego quien nos una todavía más a nuestros hijos. De manera que iremos caminando con él a lo largo de nuestra vida y en las diferentes etapas de la misma.
El juego tiene influencias externas
El juego está influido por el entorno, tanto por los materiales que se utilizan en su desarrollo como por el contexto donde se produce. Podemos jugar con cartas, balones o demás herramientas que facilitan dicha tarea. Del mismo modo, también buscaremos el mejor escenario para llevarlo a cabo en un momento dado. Pero el juego es tan amplio, que podemos echar mano de él siempre y cuando sea necesario. A pesar de estar influenciado por el entorno, como hemos apuntado, siempre puede ser algo espontáneo porque la creatividad saldrá siempre a relucir. De manera que, en ciertos momentos, hasta pueda conseguir resolver sus propios conflictos ayudado por la práctica en los juegos.
El juego dirigido
El juego puede ser dirigido. Cuando se hace adecuadamente, puede facilitar el aprendizaje del niño a través de la adquisición y desarrollo de conocimientos y destrezas. Sostenemos que puede ser algo espontáneo, es cierto, pero también dirigido a partes iguales. En este último caso, suele hablarse de los principios del juego infantil dirigido cuando queremos conseguir unos objetivos claros y en un tiempo más concreto. Simplemente se tratará de una guía para los más peques, consiguiendo por su parte la aceptación de una serie de reglas.
La diversión
Ante todo, el juego debe ser divertido. Porque si no fuera así no sería un juego, y un excelente medio de aprendizaje. Se puede aprender jugando y esta es una de las mejores vías que podemos aplicar en la vida de los más pequeños. Ya que con diversión de por medio, no parecerá que realmente estén desarrollando sus mejores cualidades. Con los juegos más originales y divertidos, conseguiremos que tengan más motivación y confianza, haciendo que puedan desarrollar una mayor autonomía.
Beneficios del juego infantil
Ya hemos visto los principios y esto equivale en que cada uno de ellos también hemos mencionado sus ventajas. Por lo que, a grandes rasgos podemos añadir que el juego es un importante factor terapéutico. Por lo que siempre debemos tenerlo en cuenta, desde la casa hasta el colegio. Por sí solo ya podemos decir que se trata de una terapia. Porque ayuda de manera física, así como mental e incluso social. Incluso sabemos que en los momentos más delicados y cuando los peques se encuentran enfermos o bien hospitalizados, se integran diversos juegos con la finalidad de hacer sus días más amenos.
Una de las recomendaciones en la que insisten los expertos es que les dejemos jugar y que no interrumpamos dicho juego de una manera brusca. Porque el pequeño necesita de un tiempo para poder dar rienda suelta a su imaginación y a resolver todo lo que se ha propuesto con el juego que le ocupa el tiempo. Debemos de premiar los esfuerzos y no solo cuando consigue dar con la solución correcta y además, también es nuestra obligación que valoremos los juegos que a ellos les gusten y no solo los que nosotros les impongamos.
Etapas del juego infantil
- Etapa sensorial: Es la que va desde que nacemos hasta los 2 años, aproximadamente. La exploración es el medio de juego así como sonreír, repetir acciones o tocar todo lo que está a su alcance.
- Etapa pre-operacional: Hablamos de la que va desde los 2 años hasta los 6. Aumenta la imaginación (puede haber elementos imaginarios) y creatividad, además del desarrollo del lenguaje y entienden los comportamientos o sentimientos.
- Etapa desde los 6 años a los 12: En este caso la podemos llamar simbólica. Porque en ella llegan las reglas a sus vidas. Pero como parte positivo para ellos y ellas, harán nuevos amigos, sabrán lo que es ganar pero también perder, aumentarán su memoria y la capacidad de reflexión. Por lo que la motricidad y la coordinación se van haciendo cada vez más fuertes.
Ahora ya conoces todos los principios del juego, así como sus etapas y los beneficios que tiene en el desarrollo de nuestros pequeños.