El uso del chupete está muy arraigado en nuestra sociedad, y es que calma el llanto del bebé, le ayuda a conciliar el sueño, y reduce su estrés. Además, seamos sinceras, para las madres es cómodo, ya que nos baja la preocupación y ansiedad de escucharle. Pero, es beneficioso el uso del chupete para los más pequeños, ¿se debe usar desde recién nacido?
La opinión de casi todos, incluyendo profesionales piensan que son inofensivos e incluso beneficiosos y necesarios para el desarrollo del lactante. Pero el uso del chupete sigue siendo motivo de controversia. Te exponemos los pros y contras según distintas opiniones y además te contamos cuándo es el mejor momento para el primer chupete del bebé.
Opiniones a favor y en contra del chupete
Decimos opiniones, porque tanto los profesionales que recomiendan o desaconsejan su uso se basan algunas veces en experiencias personales y no siempre en pruebas científicas. El uso del chupete se relaciona con un menor tiempo y dificultades en la lactancia, el aumento de frecuencia de otitis media, problemas dentales y riesgo de accidentes.
Algunos estudios realizados por el Instituto Monash de investigación médica, de Sidney, relacionan su uso, particularmente mientras el bebé recién nacido duerme, con la disminución del riesgo de muerte súbita del lactante. Los beneficios del chupete, que sí están bien estudiados y demostrados, son los relacionados con su efecto analgésico y con el estímulo de la succión no nutritiva.
En contra del uso del chupete en bebés recién nacidos está la idea de las deformaciones de la cavidad bucal, y la que potencia el cólico del lactante. Hay especialistas que argumentan que el chupete hace que el bebé trague más aire y por tanto se puedan acumular más gases en el intestino e intensificar las molestias del cólico. Otros también culpan al chupete de un incremento de infecciones, como la otitis media aguda o la candidiasis oral.
Recomendaciones para el uso del chupete en los recién nacidos
El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría realizó hace unos años una revisión sobre la relación entre el uso de chupete, el síndrome de muerte súbita del lactante y la lactancia materna. Resumiendo, estas recomendaciones son:
- En los recién nacidos amamantados es mejor evitar el chupete durante los primeros días de vida. No se desaconseja su uso cuando la lactancia materna está bien establecida, habitualmente a partir del mes de vida. Es en este momento en el que comienza el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
- En las unidades neonatales se ofrece como método de analgesia no farmacológica la succión de un chupete en relación con los procedimientos dolorosos, siempre que no exista la posibilidad de que el niño mame.
- En los niños que se alimentan artificialmente la recomendación del uso del chupete es especialmente importante, ya que presentan otras características que pueden aumentar el riesgo del muerte súbita del lactante.
Cuándo introducir al recién nacido el chupete
Y ahora otra pregunta, ¿cuándo debes darle al recién nacido su primer chupete? De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, solo debes ponerle chupete al bebé una vez que ya tenga dominada la lactancia. Esto suele suceder alrededor de la tercera semana. La mayoría de los bebés no tienen problemas para cambiar al chupete, pero hay pruebas contradictorias sobre si su uso temprano puede causar desórdenes de alimentación.
Durante la lactancia es importante que cumplas con los horarios regulares de alimentación. No dejes que el chupete sustituya ni retrase las tomas del recién nacido. La succión libera hormonas que facilitan la plenitud del bebé, asegúrate de poner el chupete solo como un medio para satisfacer las necesidades de chupar de tu hijo.
Y ahora que tienes ciertos argumentos a favor y en contra, si te quedan dudas consulta con el pediatra. Son los profesionales quienes deben proporcionarte una información equilibrada, no sesgada, sobre los beneficios y perjuicios del uso del chupete que les ayuden a adoptar sus decisiones. Ten presente que hay otras maniobras para calmar a un bebé, como el contacto piel con piel y otros métodos de succión no nutritiva. Lo que sí es importante es no forzar al bebé a utilizar el chupete en caso de que lo rechace.