Al igual que con todas las demás áreas de aprendizaje, diferentes niños progresarán en diferentes momentos. En general, la mayoría de los niños están interesados en otras personas e incluso los bebés pequeños observarán las caras de las personas con gran interés.
A medida que crecen, los niños pequeños se interesan especialmente en otros niños y en su juego, pero solo comienzan a jugar de manera cooperativa cuando son niños en edad preescolar. Antes de esto, los niños pueden jugar uno al lado del otro o en la misma área, pero estar muy absortos en su propio juego.
A medida que avanza el aprendizaje socioemocional, los niños aprenden a jugar de manera cooperativa y luego comienzan a desarrollar una narrativa para su juego, compartiendo ideas y negociando sobre lo que viene después. En lo que respecta al desarrollo emocional, hasta cierto punto se basará en el temperamento natural de su hijo.
Competencias y rasgos individuales
Incluso desde la etapa más temprana, los bebés tienen sus propias competencias y rasgos individuales. El temperamento es un conjunto de rasgos innatos que organizan el acercamiento del niño al mundo; son parte del desarrollo de la personalidad. El temperamento no es necesariamente bueno o malo en sí mismo.
Por ejemplo, ser enérgico no es ni bueno ni malo en sí mismo, pero puede verse como bueno o malo dependiendo de cómo se canalice. Trabajar con el temperamento de los niños es importante cuando se desarrollan las habilidades emocionales, algunos niños tienen emociones ‘más grandes’ o sentimientos ‘más profundos’ que otros, y estos pueden ser más difíciles de manejar para los niños.
Es posible que a estos niños con sentimientos profundos les lleve más tiempo desarrollar estrategias para manejar su comportamiento como resultado de estas emociones, pero también es probable que estos niños se vuelvan apasionados y empáticos, por lo que es importante no reprimir sus sentimientos y, en cambio, trabajar para encontrar estrategias para expresándolos apropiadamente.
Sé el primero en comentar