Qué debes saber sobre la piel atópica en bebés

Bebé con dermatitis

    Bebé que padece un eccema facial.

La dermatitis atópica es una enfermedad de tipo cutánea, la piel se irrita, aparecen rojeces sequedad, sarpullido o prurito, que provoca una incómoda picazón. En bebés, suele aparecer entre los 2 y 4 meses de edad, comienza con una erupción, normalmente cerca de la cara, en el cuello o detrás de las orejas, que a menudo se extiende a los codos, en las piernas, el torso, en la espalda etc.

Es especialmente importante en estos casos, mantener a raya el crecimiento de sus uñas y limarlas bien, ya que a los pequeños esto les provoca un intenso picor y pueden hacerse mucho daño, se rascaran hasta hacerse heridas. Es realmente una gran molestia sobre todo para los más pequeños.

Este tipo de enfermedad aparece en brotes, motivados en ocasiones por estrés o estados de ansiedad. En los bebés, los estados nerviosos llegan con la salida de los dientes, añadido a la molestia lógica de la rotura de la encía. A ello se suma la picazón, lo que causa más lloros, les cuesta más conciliar el sueño, en general están más irritables.

El eccema suele desaparecer cuando se llega a la adolescencia, aunque es muy posible que quien lo sufre, siempre tenga la piel especialmente seca. Seguramente el padre o la madre la padezcan también, ya que es una enfermedad de tipo genética.

¿Cuál es la causa?

Principalmente se debe a factores medioambientales, la contaminación y los productos que utilizamos, que cada vez son menos naturales, por ello en los últimos 30 años, se han incrementado los casos de dermatitis en niños cada vez más pequeños. Otros factores importantes que se deben tener en cuenta son, el calor, la humedad o el humo del tabaco.

Recomendaciones para prevenirla:

  • Evitar prendas sintéticas, especialmente para los bebés, lo más indicado será siempre el algodón.
  • Utilizar jabón natural para lavar la ropa o especial para bebés, que no contenga aromas ni suavizantes.
  • Los baños deben de ser tibios, ligeros, con jabón que esté libre de detergentes y con un Ph ácido (inferior a 7).
  • Mantener el ambiente libre de polvo en la medida de lo posible.
  • En algunos casos, el pediatra puede recomendar el uso de corticoides.
  • Usar una crema específica para pieles atópicas, que no solo usaremos después del baño, sino que aplicaremos varias veces al día, es muy importante mantener la piel bien hidratada.
  • En los casos en los que aparecen los brotes más severos, no es recomendable bañar al niño a diario para no resecar más la piel.

Y aunque por último y no por ello menos importante, consultar con el pediatra en cuanto la irritación aparezca, es básico que el médico tenga un historial de nuestros hijos lo más completo posible, conociendo los antecedentes se pueden detectar factores menos comunes que pueden afectar especialmente al pequeño, cuanto antes las conozcamos, antes podremos ponerles remedio.


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  1.   Toñy Torres dijo

    Gracias por tu comentario, no hay nada más gratificante que poder ayudar a otras personas,y sobre todo si es compartiendo tu experiencia personal. Enhorabuena por tu maternidad!