La salud mental cada vez tiene más peso en los adolescentes y eso preocupa a los padres. Acuden a los psicólogos con el fin de poder ayudarlos, al igual que hacen los adultos, solo que con algunas diferencias. Es de vital importancia conocer sus inquietudes para poder analizar qué está ocurriendo. Mucho más allá de que sea algo puntual ¿Qué enfermedades mentales son más comunes en los adolescentes?
La adolescencia debería ser una etapa de felicidad y despreocupación, pero es una fase con muchos cambios y que hay que analizar. Muchos trastornos mentales comienzan en la infancia. No es fácil detectarlos ya que los adolescentes no pueden expresarse con facilidad o no entienden lo que les pasa lo que empeora la detención. Hay muchas organizaciones que emplean muchos estudios para analizar su comportamiento y poder ayudarlos.
Enfermedades mentales en los adolescentes
Hay algunos acontecimientos que pueden hacer vivido de niños y que están repercutiendo en la estabilidad mental de los adolescentes. Como cambios bruscos en su rutina, no sentirse querido, ser víctima de abuso sexual o de violencia, tras divorcio de sus padres, enfermedades… Cada persona es un mundo y unos podrán sobrellevarlo mejor que otros. Por eso debemos estar atentos a las señales que pueden indicar desde que son niños para que no avance cuando son adolescentes.
Las enfermedades más comunes que puede arrastrar los niños son:
- Trastornos del déficit de atención e hiperactividad. Cuando han tenido síntomas de falta de atención, impulsividad e hiperactividad.
- Trastornos del estado de ánimo. Cuando han tenido algún momento de depresión o episodios bipolares. Se han sentido en largas rachas muy tristes, aislados, con desgana, fatigados, con cambios de humor…
- Trastornos de ansiedad. Han tenido episodios de ansiedad de pequeños y eso se repercute en la etapa de adolescencia. Se crean episodios de trastornos obsesivo compulsivo o de fobia social.
- Trastorno de espectro autista. Este trastorno comienza a una edad temprana y afecta a su desarrollo social, cognitivo y en su comportamiento.
¿Qué enfermedades mentales son más comunes en los adolescentes?
Los adolescentes son más vulnerables a padecer enfermedades mentales cuando han sido expuestos a algún tipo de trastorno en su infancia. Otros indicativos como los cambios físicos, emocionales y sociales forman parte de una etapa que no se supera bien y puede llevar consecuencias.
Hay diversas circunstancias que ponen en riesgo la salud mental de un adolescente. Los padres podemos ayudar escuchando y haciendo que ellos también se expresen. Muchos de los factores que les afectan pueden ser los cambios que les rodean, la exploración de su propia identidad, sus discrepancias con el entorno, su vida doméstica, una educación bastante severa, problemas socioeconómicos u otras circunstancias.
Debido a estos hechos, ellos están más expuestos a padecer trastornos de salud mental y se llegan a detectar los más comunes:
- Trastornos emocionales: son los más recurrentes y se expresan con cambios rápidos e inesperados en el estado de ánimo. Este trastorno le puede aislar y de hecho le dificulta para asistir a la escuela o a atender a sus estudios.
- Trastornos del comportamiento: es más recurrente entre los adolescentes jóvenes que en los adolescentes mayores. Este tipo de trastorno hace que se sufra de un déficit de atención con hiperactividad y un trastorno disocial. Como consecuencia, puede afectara a la educación de los adolescentes.
- Psicosis: este tipo de trastorno sucede más cuando son adolescentes a un paso de la edad adulta. Sus síntomas se manifiestan con alucinaciones o delirios y pueden afectar gravemente a su vida diaria, respecto a su educación y sus relaciones.
- Trastornos de la conducta alimentaria: en este estado se manifiesta la anorexia nerviosa o bulimia nerviosa. Aparece dicha conducta cuando durante la adolescencia o la juventud, generalmente cuando existe una preocupación por la comida, peso o la apariencia. Si no se trata a tiempo puede llevar a la muerte o en complicaciones médicas.
- Conductas de riesgo: muchas de las conductas de riesgo comienzan en la adolescencia, con la posibilidad de experimentar el riesgo. Pero este tipo de experiencias pueden responder mal o inútilmente cuando se necesita hacer frente a dificultades o carencias emocionales. El alcohol, las drogas, el sexo… están muy presentes en este tipo de hechos, acarreando en sufrir lesiones o bajo rendimiento académico.
Es crucial realizar un seguimiento y abordar las necesidades de los adolescentes para poder omitir cualquier circunstancia que conlleve a trastornos de salud mental. La OMS trabaja por la salud de las personas y especialmente en la de los adolescentes. Crean programas específicos para prevenir trastornos de cualquier aspecto, sobre todo para la prevención de autolesiones y que no consuman drogas y alcohol.
Cuando el problema está presente también se han formulado programas o módulos para trastornos mentales y de comportamiento, tanto para niños como para adolescentes, recogiéndolo en la guía de intervención el mhGAP 2.0.