El momento del parto es uno de los momentos más inolvidables de la vida de una mujer. Por esta razón es que muchas de ellas quieren vivir un parto natural, para así sentir el exacto momento en que dan a luz. El instante en el que el bebé se desliza por el canal de parto en su lucha por salir al mundo. Pero esto sucede en el mejor de los pronósticos, en otros aparecen ciertas complicaciones que habrá que atender cuanto antes. ¿Qué es el parto seco? Es uno de los tantos inconvenientes que pueden suceder cuando se desencadena el parto.
No se trata de un parto seco, tal y como se lo nombra. Aunque sí hay una pérdida de líquido que supone un riesgo para la mamá y el bebé. Por eso lo importante es actual cuanto antes para minimizar los riesgos.
Características del parto seco
Los cambios naturales del cuerpo en el trabajo de preparto pueden alterar el equilibrio del organismo. Si bien las primeras contracciones son las que ayudan a que el cuerpo luego pueda expulsar al bebé de manera saludable, no siempre ocurre esto de la manera esperado. Hay casos en los que se produce una rotura de la bolsa antes de que comiencen las contracciones. Es lo que se llama un parto seco.
Y no es que el parto sea realmente seco pero sí que se pierde líquido amniótico y hay mucha menos cantidad que en la de un parto corriente. Por otra parte, la mujer continúa generando líquido y si bien las cantidades bajan aún hay suficiente en el útero como para rodear al bebé. Aún así, hay que actuar cuanto antes. La rotura de la bolsa es algo esperable y si bien no debería suceder lo cierto es que hay muchos casos en los que esto ocurre, ya sea antes del comienzo de las contracciones o bien durante las mismas.
Parto seco inducido
Si bien cada la obstetricia se inclina cada vez más por un parto lo más natural posible, hay casos en los que el parto seco puede ser inducido. Esto significa que de manera adrede se rompe la bolsa, perforando las membranas a través de un maniobra específica llamada amniotomía. Esto se acostumbra a hacer cuando la bolsa no se rompe de manera natural durante el parto y cuando el bebé asoma la cabeza aún está cubierto por la bolsa.
En otros casos, se realiza la rotura sólo con la intención de acelerar el trabajo de parto. Es lo que se conoce como . En este caso, no se espera el tiempo natural del organismo para que desarrolle el trabajo de parto -que puede demorar varias horas o hasta uno o dos días- sino que se acelera el proceso rompiendo la bolsa de manera artificial. Una vez rota, las contracciones se vuelven más fuertes y regulares y se procede al trabajo de parto. Sin embargo, hay voces que no coinciden en esta práctica alegando que esto no altera el ritmo del parto y que el mismo puede no acelerarse luego de la amiotomía.
Entre otros, la Organización Mundial de la Salud no está a favor de esta práctica, expresando que no está justificada la rotura precoz artificial de membranas como procedimiento de rutina. Según se sabe, el parto seco es más doloroso que el parto sin intervención dado que el líquido amniótico ayudaría a suavizar la intensidad del dolor que se siente durante las contracciones.
Cuando se produce un parto seco provocado, se espera el parto durante las 24 horas siguientes aunque el tiempo puede variar. En el caso de que no se produzca se provoca el parto para evitar infecciones. ¿La razón? Es importante saber que la bolsa con líquido amniótico es también una barrera contra los gérmenes que pudieran ingresar por la vagina. Cuando no hay líquido, todo está más expuesto. Más aún si durante el trabajo de parto se realizan tactos vaginales.