El reflejo de Babinski es una prueba que se realiza dentro de los tres primeros meses de vida de un bebé. Se estimula la reacción del pie y se observa su respuesta motora, de acuerdo con su transmisión con la médula espinal. Analizaremos cómo se realiza esta prueba y cuándo se determina si es preocupante.
Esta prueba se considera y diagnostica por el reflejo de los pies ante un estímulo (tacto con las manos). Su respuesta puede ser determinante dentro de los dos años de vida, pero cuando este tipo de respuesta se crea mucho más allá del tiempo estimado es cuando se puede considerar como un daño neurológico. Consideraremos en las siguientes líneas qué ocurre con el reflejo de Banbinski.
¿Cómo se diagnostica el reflejo de Babinski?
El reflejo de Babinski se determina con el contacto de las manos de un especialista médico en los pies del paciente. Se frotará firmemente la planta del pie, dónde el dedo gordo se moverá hacia arriba, o hacia arriba y hacia atrás. El resto de los dedos se abrirán en abanico.
Esta respuesta es un reflejo innato de los niños antes de los 2 años de edad. Después de rebasar esta edad ya el pie no tiene esta respuesta involuntaria, sino que será de otra forma. Ya no adoptará el conocido reflejo plantar extensor.
Este es el tipo de movimiento Babinski, pero también puede crear un estímulo normal de cierre de los dedos hacia abajo y hacia el interior del pie. Esto es normal observarlo en adultos sanos libres del reflejo del Babinski.
Cuando el reflejo es ambiguo, la flexión ocurre cuando se flexiona hacia un lado, dejando quieto un dedo del pie del lado opuesto. Esto ocurre cuando se presenta una lesión en el tracto coricoespinal.
El movimiento que adopta el pie es totalmente normal ante este tipo de reflejos, hasta que el niño cumple los 2 años de edad, Incluso puede desaparecer a los 12 meses. Pero, más allá de esta edad habría que medir si existe una lesión neurológica.
En adultos también se practica esta prueba. Se puede rozar un objeto puntiagudo desde el talón a lo largo del pie hacia la parte superior, sobre el dedo gordo. En respuesta, dará lugar a un reflejo flexor o de agarre de los dedos del pie. Si no es así y el movimiento va acompañado de la extensión del dedo gordo y de la apertura de los otros dedos en abanico, será signo de un daño estructural o una alteración temporal debida a una intoxicación o epilepsia. En algunos casos, estos movimientos del pie van acompañados de una flexión de la cadera y rodilla.
¿A qué se debe el reflejo de Babinski?
Como hemos reseñado, este tipo de reflejo se manifiesta como una respuesta normal del pie en bebés o niños desde los 12 a 24 meses de edad. Más allá de los 24 meses ya suele ser un signo de preocupación y hay que hacer un estudio médico para determinar si existe el daño neurológico.
El sistema central abarca términos como el cerebro y la médula espinal. Hay que valorar si el paciente se encuentra dentro de este tipo de trastornos:
- Esclerosis múltiple.
- Esclerosis lateral amiotrófica.
- Meningitis.
- Lesión o tumor cerebral.
- Accidente cerebrovascular.
- Una anomalía, tumor o lesión de la médula espinal.
- Enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué ocurre si el bebé o niño menor de 2 años no tiene el reflejo de Babinski?
La ausencia de este reflejo en el bebé recién nacido, durante los siguientes meses o antes de que haya cumplido los 2 años, suele indicar un trastorno del sistema nervioso o del cerebro. Entre algunos de las posibles enfermedades podrías ser una lesión de la médula espinal, esclerosis lateral, accidente cerebrovascular, etc.
Lo que sí es consecuente, es que este reflejo innato esté presente durante los primeros 12 a 24 meses de vida, pero según vaya pasando el tiempo, este movimiento vaya desapareciendo cuando se masajea o presiona la planta del pie.