Para muchas personas, la familia son las personas que forman el círculo afectivo más cercano, los amigos más íntimos y esas personas que complementan el día a día. Para otros, la familia la forman estrictamente las personas que comparten lazos de sangre. Pero según la sociología, al hablar de familia se hace referencia a «la unidad social mínima», que está compuesta por el padre, la madre y los hijos.
Esta definición a día de hoy se ha quedado obsoleta. Puesto que en muchos países ya está legalizado y normalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo y la formación de una familia entre ambos. Sin embargo, existe otra forma de definir este término según el Derecho, «es un grupo de personas que están relacionadas por el grado de parentesco».
Pero en realidad, ¿qué es la familia?
Los términos legales están creados para poder rellenar documentos legales de una forma sencilla y globalizada. Pero en muchos casos no atienden a las necesidades reales de todas las personas. Lo que para algunos puede ser válido, en este caso para otros muchos puede estar muy alejado de la realidad. Es decir, legalmente tu familia la forman las personas con las que compartes lazos de sangre, pero en muchos casos se trata de personas con las que a penas se tiene relación.
Las personas que se van conociendo por el camino, las que hacen tu vida más sencilla, más bonita y enriquecedora, son las que realmente terminan por formar parte de tu familia. Es lo que se conoce como «la familia que se elige» y esa, es la que de verdad importa para muchas personas. Pero en cualquier caso, tener una familia implica adquirir algunas obligaciones para con ellos.
Según el Derecho, existen dos funciones en la familia que no se pueden ignorar. Por un lado, la obligación de formar a los niños para que ellos mismos sean capaces de relacionarse con las demás personas. En igualdad, atendiendo a las necesidades de diversidad y al respeto por los demás. La otra función esencial, está dirigida a las personas mayores, a las cuáles se les debe proporcionar un lugar apropiado para la realización de sus rutinas y atender a todas sus necesidades.
En definitiva, la familia debe cuidarse, protegerse y ayudarse a lo largo de la vida. Tanto cuando el camino sea fácil y se compartan los buenos momentos. Como cuando las cosas se complican y es necesario la ayuda de las personas que más se quieren. Porque en definitiva, las cosas importantes de la vida son los momentos vividos con aquellos que te ofrecen estabilidad, armonía y bienestar, sea familia de sangre o de la que se elige.