¿Sabes qué es la grafomotricidad? Se le denomina como el movimiento gráfico que se realiza con las manos a la hora de llevar a cabo ciertas actividades como pueden ser el escribir, por ejemplo. De ahí que sea algo sumamente importante en los primeros años de los peques, ya que tiene como objetivo el poder el poder completar el desarrollo psicomotor.
La grafomotricidad la tendríamos que ubicar dentro del denominado motor fino, es decir cuando ya el pequeño comienza a tener un control sobre cada movimiento de sus brazos o de sus manos. De modo que poco a poco pueda realizar todo tipo de actividades con soltura, pero para ello también hay que trabajar este plano y te diremos cómo.
Cómo se adquieren las habilidades grafomotrices
Ahora ya hemos contestado a la pregunta de qué es la grafomotricidad y por ello, tenemos que aprender un poco más sobre cada punto que engloba. Queremos saber cómo se adquieren las habilidades grafomotrices y este es un proceso que se inicia de manera libre. Es decir que el pequeño va a tener la soltura para ir defendiéndose en este terreno. Claro que queremos nosotros quienes a partir de entonces, les indicaremos cómo mejorar paso a paso a la hora de manejar ciertos útiles o de realizar ciertas actividades.
En el mismo plano también empezarán a entender los movimientos que se van haciendo al realizar los trazos, es decir, de manera vertical o de un lado hacia el otro, etc. Porque cuando nos preguntamos qué es la grafomotricidad también hay que decir que engloba todos los procesos de grafía pero también abarca la rapidez o la legibilidad con la que se realizan. Sabremos que estaremos en el camino correcto cuando un mismo trazo se repite de manera igual en varias ocasiones. Solo así podemos decir que los peques lo han aprendido.
Cómo se trabaja la grafomotricidad
Hasta los 3 años, se trabaja la psicomotricidad fina con una serie de actividades muy sencillas para que el peque se vaya familiarizando. Es cierto que cuando van creciendo las ideas se reafirman, sabrán lo que tienen que hacer y por ello, llegará el momento de la consolidación. Pero vamos paso a paso.
- Elegir materiales como la plastilina o papeles de diferentes texturas que puedan toca, arrugar o manejar bien con las manos.
- Realizar una serie de trazos con los dedos sobre arena o incluso harina, si estamos en casa.
- El simple hecho de pasar las páginas de un libro ya será un ejercicio perfecto.
- Pegar y despegar pegatinas.
- Los puzzles, adaptados para cada edad, encajar piezas en tableros.
- Juegos con los dedos como juntarlos y separarlos. Cerrar la mano e ir sacando los dedos de uno en uno.
Estos son algunos ejemplos para poder trabajar la grafomotricidad pero es cierto que también debemos prestarle atención al desplazamiento. Es decir, que tengan claro la orientación arriba y abajo, dentro y fuera, etc. Se puede hacer con juegos y piezas o bien con el propio cuerpo.
Qué es la grafomotricidad: Actividades para peques de más de 3 años
A partir de los 3 años, el control va a ser más certero. Porque ya se fijan más en lo que están haciendo, de ahí que intentarán poco a poco no salirse de lo que están dibujando. Va llegando esa ‘madurez’ que controla cada actividad. Por eso, en este caso, sí que las prácticas pueden ir un poco más allá:
- En estos caso ya no serán trazos sino que pueden realizar tanto números como letras sobre la arena o la harina.
- Repasar con puntos figuras que puedes realizar tú previamente en un papel.
- Del mismo modo y ante una serie de figuras, en lugar de elegir el bolígrafo o el lápiz, siempre es mejor con pequeñas piezas, con garbanzos o lentejas.
- Unir piezas iguales.
- Barajar unas cartas.
Quizás es cierto que algunas de ellas pueden resultarles un poco complicadas, pero poco a poco conseguirán sus objetivos. Ya que el camino del aprendizaje siempre hay que ir amoldándolo a las necesidades de cada peque.