Qué es la Hepatitis C y cómo afecta a los niños

Analítica en el embarazo

La hepatitis C es una enfermedad que está causada por un virus llamado VHC, que afecta directamente al hígado, produciendo inflamación en el propio órgano y en sus tejidos. A diferencia de los otros tipos de hepatitis como el A y el B, el gran problema de esta enfermedad es que a priori no produce síntomas evidentes. Y esto dificulta mucho que se pueda diagnosticar la enfermedad de forma precoz.

Cuando una enfermedad es asintomática, como lo es la hepatitis C, complica mucho su tratamiento. Es fácil confundir con otro tipo de molestias hepáticas y por lo tanto, agravarse sin poder controlar la enfermedad a tiempo. En el Día Internacional de la Hepatitis C, queremos tratar los aspectos más relevantes de esta enfermedad, ya que aunque su prevalencia sea menor, las consecuencias pueden ser bastante graves.

Cómo se transmite la hepatitis C

La hepatitis C se transmite directamente a través de la sangre de una persona que esté infectada. Por lo tanto, no existe riesgo de contagio a través de las muestras afectivas como los besos, los abrazos, los besos, ni tampoco a través de la lactancia materna.

En personas adultas, la enfermedad se contagia a través de:

  • Compartir agujas y jeringas con personas que poseen la enfermedad, generalmente en el consumo de drogas.
  • El uso de agujas no esterilizadas al hacerse un tatuaje o en tratamientos orientales como la acupuntura.
  • Aunque en un porcentaje menor, practicar relaciones sexuales sin precaución con una persona infectada puede conllevar un riesgo alto de contagio.

Pero todos estos factores de riesgo son prácticamente inaplicables a bebés y niños. Los pequeños pueden contagiarse de otras maneras, generalmente en el momento de nacer cuando entra en contacto la sangre del recién nacido y de la madre, si esta posee la enfermedad.

Es fundamental realizar la prueba de la hepatitis C durante el embarazo

Una de las pruebas que ser realizan durante el embarazo es precisamente la de la hepatitis C y B, se realiza a través de una sencilla extracción de sangre y no afecta al bebé. Aunque no existe riesgo de contagio durante el embarazo, ya que la placenta evita que la enfermedad llegue al feto, es importante conocer el estado de la madre de forma que se puedan tomar medidas preventivas durante el parto.

Ese es el mayor riesgo que puede sufrir un bebé de contagio, cuando la sangre de la madre entra en contacto con la del recién nacido. Pero no te preocupes si es tu caso, existen medios para prevenir el contagio del bebé siempre que se conozca el caso con tiempo. Por eso es tan importante que llevar un buen control de salud durante todo el embarazo.

La madre no podrá recibir el tratamiento adecuado durante el tiempo de gestación, ya que podría afectar negativamente al desarrollo del bebé. No obstante, podría recibir cuidados y recomendaciones médicas para tratar su enfermedad, y sobre todo, evitar que su bebé se contagiase.

¿Qué ocurre si el bebé se contagia de hepatitis C?

Bebé en el médico

El recién nacido recibe los anticuerpos del VHC de su madre, y estos se mantendrán en su organismo durante un año aproximadamente. Lo que los especialistas recomiendan es, que durante ese tiempo no se realice ninguna prueba al bebé para no interferir en su proceso de inmunización. Aunque en algunos casos se realiza una prueba de carga viral, menos peligrosa pero que sería necesario repetir pasados unos meses.


Existe un alto porcentaje de bebés que son portadores del virus de la hepatitis C, que eliminan la enfermedad de forma natural alrededor de los 6 meses. No obstante, existe un menor porcentaje de niños que mantienen la infección y que además, sufren riesgo de que su progresión sea más agresiva.

En estos casos será fundamental un seguimiento médico para mantener la hepatitis C bajo control. Existen tratamientos para esta enfermedad, además de una serie de recomendaciones en cuanto a nutrición y hábitos de vida saludable.

Los niños deben recibir controles médicos anuales, además de las vacunas pertinentes

Niña recibiendo una vacuna

Aunque como hemos dicho, en la actualidad no existe una vacuna contra la hepatitis C, si que existe la vacuna contra la hepatitis de tipo A y B. Es fundamental que los niños, los grandes desprotegidos de la sociedad, reciban las vacunas necesarias para protegerles frente a enfermedades graves como es el caso de la hepatitis C.

También es necesario que al menos una vez al año, reciban un completo chequeo aunque se encuentre bien. De esta forma te asegurarás de que tu hijo se encuentre sano y en perfectas condiciones.


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