Los complejos en la persona son difíciles de gestionar y no siempre se dan en la edad adulta. Muchos niños muestran este tipo de comportamiento desde que son pequeños, la falta de autoestima, la poca confianza en uno mismo, vivir situaciones complejas en la escuela con otros niños, son situaciones que pueden hacer a un niño acomplejado.
Esto sucede a una determinada edad en la que los niños empiezan a ser más conscientes de sí mismos. En lo general, esto ocurre hacia los seis años, aunque hay que tener en cuenta que cada niño es diferente y siempre hay que respetar los ritmos de cada uno, sin compararlos. Porque quizá no sea preocupante, puede que solo necesite algo más de tiempo.
Cómo es un niño acomplejado
Tener en cuenta las necesidades de los niños es fundamental para su desarrollo. En ocasiones los padres no perciben que algo ocurre, se utilizan recursos anticuados como aquellos que servían para catalogar a los niños sin pensar en sus propias necesidades. Por ello a menudo niños con problemas emocionales, son señalados como tímidos, raros, poco sociables y otros términos igual de desafortunados.
Si se detecta un problema en el niño, es fundamental buscar la forma de solucionarlo lo antes posible, incluso recurrir a un psicólogo si es necesario. Hacer terapia no es nada malo, es una forma de ofrecer a los niños las herramientas que necesitan para gestionar sus emociones. Por ello, si tienes un niño acomplejado es fundamental buscar ayuda profesional para el pequeño. Los complejos en los niños suelen darse por diversos motivos y uno de los mayores problemas en la actualidad son las redes sociales. Sitios generalmente falsos donde se muestra una realidad nada normal. Que hace que los chicos crean que su vida o su persona son de segunda categoría.
El complejo de inferioridad
A determinada edad los niños descubren que su forma de vivir. Su persona, su familia o sus costumbres, no son las mismas que las de otros niños. Es entonces cuando comienzan a compararse con los demás y aparece el complejo de inferioridad. A veces es causado por algo físico, otras veces viene provocado por lo que uno tiene y el otro no. Quizá sea una mezcla de todo, a la que se suma una mala autoestima que hace que el niño no sea capaz de valorarse a sí mismo de forma positiva.
Que un niño sea acomplejado es la señal de que necesita ayuda, porque si no se gestiona puede agravarse y derivar en problemas muy graves. Los complejos físicos se acompañan de trastornos de conducta en la alimentación, entre otros y no es algo que se deba infravalorar, porque no se soluciona por sí mismo. También hay que estar muy atento al comportamiento del niño en redes sociales, donde todo parece perfecto y hace que los chicos tengan una percepción errónea de la realidad.
Por otra parte, los niños también pueden tener complejo por otras causas, como las escolares. Algunos niños se sienten inferiores a otros que sacan mejores notas, especialmente aquellos que se esfuerzan mucho pero luego no obtienen el resultado deseado. En ese caso, es fundamental trabajar la eficiencia en el estudio del niño, porque es más que probable que no sepa bien cómo estudiar. Esto además de hacerle sentir inferior, puede causar un problema de frustración que el niño no sabrá gestionar.
Todos estos problemas pueden solucionarse en la consulta de un terapeuta. Para eso están preparados, para evitar que los problemas de los niños se conviertan en problemas de adultos. Inculca en tus hijos el respeto por los terapeutas, no les hagas pensar que ir al psicólogo es algo malo o raro, porque así tomarán la idea como algo normal. Busca ayuda si crees que tienes un niño acomplejado, porque no es agradable sentirse inferior y tu hijo estará sufriendo por sentirse así. Con un poco de ayuda y las herramientas necesarias, el pequeño aprenderá a quererse y valorarse como se merece.