Un ginecólogo es un médico especializado en la rama médica de la Ginecología. La palabra “Ginecología” procede del griego, donde gine es mujer y logos, ciencia o estudio. Así que literalmente la Ginecología sería la ciencia dedicada al estudio de la mujer.
Debido al aumento de la esperaza de vida de las mujeres, la especialidad en Ginecología se ha convertido es una de las profesiones más demandadas en las últimas décadas. Por ello, en este post te mostraremos qué hace un ginecólogo y cuales son sus principales funciones.
Principales funciones de un ginecólogo
Los ginecólogos son médicos especializados en el estudio del sistema reproductor femenino. Tratan todo tipo afecciones que tengan que ver con el útero, la vagina, los ovarios y las mamas a lo largo de las tres etapas más importantes en la vida de la mujer: prenatal, natal y postnatal.
Es fundamental que las mujeres acudan regularmente a sus revisiones ginecológicas ya que la detección precoz de enfermedades ayuda a prevenir o curar determinadas afecciones que, de lo contrario, podrían llegar a provocar incluso la muerte.
A continuación te mostramos las funciones más importantes que llevan a cabo los ginecólogos:
Detección precoz y prevención de enfermedades e infecciones
La función principal de un ginecólogo no es curar, sino prevenir. Para ello proporcionará herramientas a la paciente que le permitan cuidarse de la aparición de ciertas enfermedades, infecciones o cualquier tipo de afectación relacionada con el aparato reproductor femenino y las mamas.
Las instituciones públicas recomiendan que las mujeres acudan a revisiones ginecológicas periódicas a partir de los 18 años o en cuanto comiencen a tener relaciones sexuales. Se evaluará el estado de salud reproductiva de la paciente y se realizará un seguimiento a lo largo de toda su vida hasta aproximadamente los 65 años.
Seguimiento de embarazo y asistencia en el parto
El seguimiento del embarazo es otra de las principales tareas que lleva a cabo un ginecólogo. Incluso se recomienda acudir antes de concebir, para comprobar que la mujer goza del estado de salud necesario que los 9 meses de embarazo requiere.
El ginecólogo asistirá y aconsejará a la paciente sobre cualquier duda o problema relacionado con su embarazo, continuando el seguimiento en las semanas posteriores al parto.
Orientación y educación sexual
Es de obligatoria necesidad que las mujeres reciban educación en cuanto a su sexualidad se refiere. El ginecólogo proporcionará información sobre métodos anticonceptivos, ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) y cuidados a tener en las prácticas sexuales.
Interrupción del embarazo
Los ginecólogos también llevan a cabo la práctica de la interrupción del embarazo o aborto, ya sea por algún problema de salud o por voluntad de la paciente. En ningún momento cuestionará la decisión de la paciente, manteniendo al margen sus opiniones personales al respecto.
Principales pruebas que hace un ginecólogo
A continuación te mostramos las pruebas más frecuentes realizadas en las revisiones ginecológicas:
Citología vaginal o Prueba de Papanicolaou (Pap)
Es la prueba más habitual para estudiar el estado del sistema reproductor femenino. Ideado por el médico griego Georgios Papanicolaou, la prueba consiste en tomar una muestra de células epiteliales ubicadas en la zona de transición del cuello uterino para posteriormente analizarlas y conocer así el estado hormonal de la paciente. Además, permite la detección y el diagnóstico precoz de cáncer cervical.
Mamografía
Es la principal técnica para la detección precoz del cáncer de mama. Utiliza rayos X para examinar internamente el tejido mamario y detectar la existencia de alguna anomalía, si la hubiera. De este modo se consigue aumentar la tasa de curación y que los tratamientos empleados sean menos agresivos.
Ecografía ginecológica
Mediante tecnología de ultrasonido esta prueba permite tomar imágenes internas de los órganos genitales femeninos y es la mejor manera de detectar quistes o pólipos que pudieran derivar en cáncer.
Densitometría ósea o DEXA
Es un tipo de radiografía que -como su nombre indica- sirve para medir la densidad de los huesos, es decir, su nivel de calcio y mineralización. Se utiliza para detectar la posible existencia de osteoporosis y se aplica fundamentalmente en mujeres que atraviesan la menopausia.
Esto es así porque es descenso en hormonas femeninas que experimentan las mujeres fuera de edad reproductiva tiene una implicación directa en los huesos, haciéndolos más frágiles.