Cuando un bebé está llorando es una de las situaciones más desesperante para los padres. El llanto es la manera que tienen los bebés de expresar sus emociones y sus necesidades. No son capaces de expresarla de otra forma ni nosotros de entenderlos. Y ahí nos empezamos a poner nerviosas, ¿qué le pasa? ¿qué quiere? ¿tiene frío? Este nerviosismo no es lo mejor. Ya que a su vez puede provocar una espiral en la que el bebé se ponga nervioso.
Por eso, además de intentar desvelarte algunas claves y consejos sobre el llanto de tu bebé, queremos recomendarte cómo abordarlo y cuidarte tú.
Llanto en el recién nacido
Consejo para las madres primerizas: los recién nacidos lloran mucho, una media dos horas al día, gran parte de ellas durante la noche, Hay estudios que dicen que en sus seis primeras semanas de vida alcanzan el máximo de llanto y luego se relajan, digamos que aceptan su nueva realidad fuera del útero y, por lo general, dejan de llorar tanto. Nuestra primera reacción debe ser comprobar si tiene hambre, necesita un cambio de pañal, o abrazarlo. Si el llanto persiste, es cuando empezamos a ponernos nerviosas y esta tensión la transmitimos a su vez al niño.
La mayoría de los recién nacidos se calman, se sienten más seguros y reconfortados si se les envuelve apretadamente con una manta o toquilla. Esta sensación de calor y recogimiento es la que ha sentido en el útero durante las últimas semanas y devolverle a esa sensación debe calmarle.
Si tu bebé está llorando, observa cuándo lo hace, si se repiten las horas, si es el momento de los cambios de temperatura, fíjate en sus movimientos, además de la intensidad, duración y frecuencia del lloro. Esta información es valiosa para el pediatra.
Cuidarse mientras un bebé está llorando
Hay niños que no son fáciles de consolar y ponen realmente a prueba la paciencia de la madre (y de los vecinos) Escuchar un llanto de un bebé puede llegar a desesperar, y está diseñado para eso, para que toda nuestra atención se centre en él. A partir de los 4 meses, si no antes, tu hijo sabrá cómo utilizar el llanto simplemente para llamar tu atención. Esa será su necesidad, que respondas a su llanto. El bebé habrá aprendido esta causa-efecto, “cuando lloro, vienen” y esperará ser atendido rápidamente.
Si ves que el llanto de tu bebé te desespera, no te sientas mala madre, date un respiro, por ejemplo deja al bebé con un familiar, vecino o canguro y sal a dar una vuelta. A veces nos cuesta aceptar los ofrecimientos de ayuda que nos dan.
Mantén en la medida de lo posible tus rutinas, y las del bebé, pero no renuncies a ellas. Come sano, sentada a la mesa, con horarios regulares, camina a diario, tómate tiempo para tu aseo. Y sobre todo, aprovecha para dormir cuando el bebé duerme.
Sugerencias para calmar a un bebé que está llorando
No importa cuál sea exactamente el motivo por el que el bebé está llorando, estas pautas te ayudarán en casi todos los casos. Primero certifica que el pañal está limpio, la temperatura es adecuada, no suda en exceso o hay frío. Asegúrate que la ropa no le queda estrecha y que no le molestan las costuras, las etiquetas o los lazos.
Lo primero es tumbarle sobre tu pecho y que escuche el latido de tu corazón o frótale la espalda mientras caminas. A veces los bebés lloran porque necesitan mimos y que les abracen un poco. Te recomendamos que disfrutes de esos momentos.
En el caso de que sea lactante el pecho siempre le va a calmar, aunque no tenga hambre. De ahí que simplemente el movimiento de succionar algo como un chupete, o un juguete, puede ayudarle.
Los movimientos rítmicos también les vienen muy bien, al igual que escucharlos. Mécele en la cunita o en el cochecito de paseo. Ponle música suave, o cántale una nana. Aquí tienes un artículo sobre los beneficios de las nanas.