Hay niños que se enferman constantemente, cogen cualquier virus del colegio, traen resfriados, gripes y todo tipo de enfermedades. Esto es causado principalmente por un problema inmunológico, es decir, de defensas. Cuando el organismo no está fuerte, no está preparado para pelear contra los agentes externos que lo amenazan. Por ello, los niños se enferman constantemente.
Para evitarlo, es muy importante enseñar a los niños a cuidar de su propia salud. Ya que, además de fortalecer sus defensas con la alimentación, es fundamental seguir algunos consejos de salud. Cuestiones que son los propios niños quienes deben cumplir y de ahí la necesidad de educar a los niños en temas de salud. Si te preocupa que con la llegada del frío tu hijo enferme más de lo normal, toma nota de los siguientes consejos.
Cómo evitar que mi hijo enferme tanto
Con la llegada del frío aparecen las enfermedades que afectan principalmente a las vías respiratorias. Como la gripe, los resfriados, la faringitis, la bronquitis e incluso en los casos más peligrosos, la neumonía. Aunque tener a los niños en casa es una manera de evitar el frío, no es la solución.
Ya que deben acudir a la escuela y sobre todo, deben mantener sus hábitos de vida y socializar todos los días. Por lo tanto, lo mejor para evitar que los hijos se enfermen tanto, es tener en cuenta algunas cuestiones básicas como las que vamos a detallar a continuación.
Abrigar a los niños de forma correcta
Cuando hace mucho frío es necesario salir a la calle abrigados, pero sin llevar a los niños como si estuvieran en el Polo Norte. Es decir, ponerles un montón de capas de abrigo no es la clave para evitar que cojan resfriados y virus. La clave está en abrigarlos bien. Con ropa de algodón, tapando zonas sensibles como las nariz y la boca. Utiliza prendas térmicas, un buen abrigo impermeable, gorro y una braga de un material delicado como el algodón, no necesitarán más.
Una dieta saludable y variada
En la alimentación está la principal clave de la prevención de enfermedades. Ya que, a través de los alimentos que se consumen, el organismo obtiene los nutrientes que necesita para estar fuerte y luchar contra los agentes que ponen en peligro la salud. Esto es el sistema inmunitario o las defensas, como comúnmente se conocen. Una alimentación variada, rica en productos vegetales, frutas y proteínas, es la clave para que los niños tengan un sistema inmune fuerte.
Los hábitos de higiene
Esta es la parte que más afecta directamente a los niños, ya que depende en gran medida de ellos mismos. Lavarse las manos con agua y jabón con regularidad, especialmente antes comer, al llegar a casa y cuando han estado jugando con otros niños. De esta forma tan sencilla, se reduce en un 30% la probabilidad de que se contagien con virus y bacterias.
También deben aprender a no compartir utensilios como botellas, cubiertos y no chupar cosas que no sean suyas. Aunque esta puede ser una de las partes más complicadas, ya que desde que son pequeños, los niños aprenden a compartir todo. Por ello, la educación en casa es primordial. Ya que se les debe enseñar a compartir de una forma responsable.
Consulta con el pediatra para que tu hijo no enferme tanto
Con estos buenos hábitos, los niños estarán más fuertes y mejor protegidos frente a enfermedades típicas del invierno. También es muy importante mantener los espacios bien ventilados, tanto la clase, como su habitación y cualquier estancia de la casa. Por otra parte, evitar el contacto con otros niños o personas que estén enfermas, les evitará contagiarse.
Por lo que, si tu hijo es propenso a coger todo tipo de catarros y enfermedades estacionales, es muy importante evitar que tenga contacto con otros enfermos. Por otra parte, si tu hijo se enferma con demasiada frecuencia, es muy importante acudir al pediatra para comentar la situación. Con una sencilla analítica podrá comprobar si todo está correctamente o si por el contrario el niño tiene alguna carencia nutricional que afecte a su sistema inmunológico.