Los profesionales advierten que ante la conducta disruptiva de un hijo, la mejor solución no es otra cosa que promover la estimulación positiva. Muchos padres por desgracia, no saben cómo actuar ante tales tipos de conductas y reaccionan de una manera inadecuada, empeorando la situación y agravando mucho más el problema.
Lo más importante es calmar y tranquilizar al pequeño para que emocionalmente sepa controlarse y calmarse. Los padres deben conocer en todo momento las causas que dan lugar a tales conductas y a partir de ahí, actuar para reconducir de la mejor manera posible el comportamiento del niño.
Causas de las conductas disruptivas en los niños
Que un niño se porte mal no es algo del azar y que salga de un día para otro. Los padres deben indagar todo lo que puedan para encontrar los motivos por los que el pequeño se comporta tan mal. No pierdas detalle de las causas más frecuentes o habituales por las que un niño puede llegar a manifestar una conducta disruptiva:
- Tendencia a la frustración por algo que no consigue como quiere.
- Ciertos problemas o dificultades para poder comunicarse con los demás.
- Un gran desorden a nivel emocional.
- Sucesos o hechos dolorosos como el perder a alguien cercano o el cambiarse de casa.
- Cambios repentinos y bruscos en los hábitos del día a día.
Qué deben hacer los padres ante las conductas disruptivas de sus hijos
Una vez los padres conocen las causas que dan lugar a dichas conductas, hay que empezar a actuar de una manera adecuada.
- Es el momento de tener bastante paciencia intentar que el menor tenga la mayor tranquilidad posible. Es bueno el sentarse junto al pequeño y hablar del tema lo más calmados posibles.
- Puede ocurrir que exista el riesgo de que el niño se pueda llegar a hacer daño. En tal caso es importante el sujetarle bien para evitar tal hecho tan grave. Un buen abrazo por parte de los padres es perfecto para que el niño se sienta arropado y querido en todo momento. El segundo paso que deben seguir los padres es el calmar a su hijo. El diálogo y el hablar las cosas es perfecto a la hora de conseguir que las aguas puedan volver a su cauce. No olvides en ningún momento el mantener un buen contacto visual con el pequeño.
- Si observas que el niño no corre ningún tipo de peligro, la estimulación positiva también es la mejor manera de solucionar las cosas. Es aconsejable que no le riñas ni le reprimas en ningún momento, ya que podrías empeorar las cosas. Es importante que los padres ofrezcan una serie de alternativas válidas frente a la conducta disruptiva de su hijo.
- En el momento en el que el niño olvida la conducta disruptiva, es labor de los padres el empezar a hablar con él y descubrir los motivos que le han llevado a actuar de esa manera. Hay que tomarse su tiempo para que el niño sepa que ha actuado mal y es un mal comportamiento. Lo que si debe quedar claro, es que los padres deben olvidarse en todo momento del uso del no.
- A partir de aquí, hay que ayudar al niño a poder expresarse de otro modo y que se olvide de la conducta disruptiva. No hay que negarle en ningún momento ya que lo ideal es hacerle entender que puede hacerlo de otra manera diferente y totalmente aceptada.
Por desgracia, son muchos los padres los que no saben cómo actuar ante una conducta disruptiva de su hijo. La estimulación positiva es clave a la hora de reconducir tal conducta o comportamiento. Si no te ves capaz de ello, es bueno el acudir a un profesional que te ayude en todo momento con tu hijo y corregir tal problema de conducta. La crianza de un niño no es nada fácil y hay que saber cómo actuar en situaciones como ésta.