Seguramente te has fijado que tu bebé cuando duerme se queja o hace ruiditos. Al principio puede parecer que sus quejidos se conviertan en pequeños llantos, pero cuando vas a observarlo descubres que sigue dormido. Nuestro estado de vigilia puede llegar a estar afinado y los bebés cuando hacen muchos ruiditos nos pueden llegar a desvelar frecuentemente.
Estos ruidos o pequeños quejidos no tienen gran relevancia, sino más bien es totalmente habitual escucharlo en bebés de pocos meses de vida cuando duermen por la noche. Las causas pueden ser muy dispares, tan solo si afectan mucho al sueño del bebé puede llegar a ser preocupante.
Índice
¿Por qué cuando mi bebé duerme hace ruidos o se queja?
Casi todos los bebés emiten algún tipo de ruido o gruñido por la noche mientras duermen. Esto ocurre porque sus cerebros están mucho más activos de lo que parece, cuando están dormidos su cabeza está mucho más activa que cuando están despiertos, teniendo incluso una actividad mayor que la de los adultos.
Por las noches es más fácil observar al bebé cuando todo está en calma. Observarás sus pequeños ruiditos, se queja, o que su cara está llena de gestos y muecas. Generalmente no ocurre nada y se considera que son fases del sueño dónde su actividad cerebral está más activa. Se puede ver cómo a lo largo de la noche y cada 40 minutos oímos cómo se queja o gime varias veces durante la noche.
No obstante, hay otro tipo de ruidos que se presentan dado a que el bebé tiene un sistema respiratorio todavía inmaduro. En especial, respiran mucho más rápido dado a que todavía se están adaptando al nuevo medio en el que viven.
La nariz y el paladar tienen una forma diferente y el puente nasal es mucho más corto. La zona del paladar es más blanda por lo que hacen ese ruido tan característico al respirar. También aparece la rinitis del lactante durante los primeros meses de vida, por lo que tendrán la nariz congestionada y más especialmente por la noche. Es por ello que al respirar harán esos ruidos característicos a pequeños ronquidos, sobre todo si el ambiente es mucho más seco.
Hay que descartar cualquier preocupación
Cómo hemos reseñado, este tipo de comportamiento suele ser bastante general en los primeros meses de vida de un bebé. A medida que el niño crece su evolución junto con el sueño van cambiando, por lo que sus pequeños ruidos pueden ser de otra forma o desaparecer por completo.
Para poder descartar algún tipo de problema hay que tener constancia de que el bebé anteriormente no hacía ningún ruido una vez que se comienza a manifestar. Si es un niño que antes dormía totalmente tranquilo y comienza a estar más agitado, intranquilo o se queja, habrá que buscar las consecuencias.
Pueden ser muchos los motivos, desde que tiene hambre, está intranquilo con el pañal, tiene calor o frío o que quiera que le den cariño. Incluso puede que esté comenzando a tener días intranquilos debido a que esté incubando algún tipo de infección o tenga algún tipo de molestia digestiva, como reflujos o gases.
Por otro lado, si las dudas están muy presentes, se puede consultar esta inquietud a algún pediatra o enfermera cuando toque una de las visitas ordinarias. Seguramente se formulen una serie de preguntas o que hagan algún tipo de exploración para ir descartando algunas de las dudas.
Si hemos descartado que los quejidos y ruidos no están asociados a nada importante, habrá que esperar a que el niño crezca y madure. Si los padres no pueden dormir junto al bebé siempre se puede optar por cambiar al niño de habitación para que no haya continuos despertares. Es recomendable tener a los niños durmiendo al menos durante los primeros seis meses de vida para prevenir el ‘Síndrome de Muerte Súbita del Lactante’, pero la decisión final están en manos de los padres sino consiguen acostumbrarse a los ruidos.
Sé el primero en comentar