¿Qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto?

¿Qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto?

Hacer eructar a un bebé después de su toma de leche es de agradecimiento total, dado a los temidos gases y molestias que le puede producir si no los expulsa. Muchas madres se han encontrado con el problema de estar dando la toma del biberón o del pecho y el bebé se ha quedado dormido apeteciblemente. El problema surge cuando nos preguntamos qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto.

Todo puede parecer a que si el bebé no eructa puede sufrir de peores consecuencias. Aparecen gases inesperados, dolores de tripa y que luego surja un bebé malhumorado debido a lo que acontecíamos. Pero todo tiene solución, no es nada mucho más grave de lo que parece y se puede solucionar con un par de gestos.

La importancia de que el bebé eructe o regurgite

Es importante que el aire sea expulsado después de su alimentación, ya que el aire que se acumula cuando lo ingiere o durante su digestión, puede provocar pequeños cólicos, malhumor y dolores. Para conocer cómo hacer que eructe el bebé puedes leer 4 trucos para hacer que eructe bien.

Por otro lado, la regurgitación también es un fenómeno natural y no representa un peligro. Algunos bebés pueden regurgitar grandes cantidades, mientras que en otras podría hacerlo poco.

¿Qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto?

Es un caso muy común y habitual. Todos los padres han pasado por esta situación, mientras están ofreciendo el biberón a su bebé se llega a quedar dormido plácidamente. Es un momento tan lleno de felicidad y su pancita está tan llena, que nos da pena despertarle para que eructe. ¿Lo dejamos dormir?

Evidentemente sí, no ocurre nada por dejarlo dormir, ya que su sistema se auto regula y esos pequeños gases de alguna forma tendrán que salir. No todos los bebés necesitan eructar después de la alimentación y pueden quedarse dormidos cómodamente. Muchos pediatras especializados apostan por no interrumpir el sueño del bebé, aunque puedes encontrar controversias al respecto.

¿Qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto?

¿Cuál es la mejor forma de hacer eructar al bebé sin despertarlo?

Si no te has quedado tranquilo después de su toma y necesitas hacerlo eructar, puedes hacer que lo haga de una forma suave sin despertarlo. Existen varias técnicas que le pueden ayudar, pero antes has de colocar un pequeño paño debajo de su cabecita por si surgen esas pequeñas regurgitaciones.

Mantén al bebé recostado sobre tu pecho con la barbilla apoyada sobre tu hombro, a la vez que sostienes la espalda sobre tu mano. Con la otra mano puedes ir dando pequeños toquecitos, suaves masajes o palmaditas sobre la espalda. También lo puedes hacer sentado sobre una mecedora mientras te meces con él en brazos. Esta postura es muy agradable porque el bebé siente los latidos del corazón y su cerebro transmite ese estado de relajación, lo que le facilita mucho más aún el sueño.

Si estás muy cansado y no puedes tenerlo en brazos, puedes acostarlo en su cuna con sigilo y déjalo descansar. Lo puedes dejar acostado boca abajo, asegurándote que quede la cabeza más alta que su pecho y dale unas pequeñas palmaditas en su pecho.

La otra idea es acostarlo boca arriba y con total suavidad, trata de subir y bajar sus pequeñas piernas con mucha suavidad para que expulse los gases. La verdad es que es una técnica que funciona.


Si la decisión final es dejarlo definitivamente sobre la cuna o cualquier lugar dónde duerme, la postura correcta es siempre boca arriba, sobre una superficie plana y no inclinada.

Otra idea, es acostándole boca abajo sobre tus piernas. Haz que se acomode y mécelo de un lado a otro, incluso frota su espalda suavemente hasta observar que expulsa los gases.

¿Qué pasa si mi bebé no eructa y lo acuesto?

No hay que forzar a que el bebé eructe

Hacer eructar a un bebé después de su alimento es algo lógico para que después pueda sentirse mucho mejor. Es lógico pensar que después de su toma haya ingerido aire, pero no siempre es así.

Que a un niño le cueste eructar es sinónimo de que no ha ingerido aire y todo dependerá de su tipo de alimentación. Si está alimentado con biberón es probable que tomar la leche, entre burbujas y al final de la toma, el aire se ingiera sin querer. Ahí es cuando podemos poner más remedios y hacer que sea expulsado ese aire de su estómago.

Pero si la alimentación es a través de la lactancia materna, lo más seguro es que no tome más que la propia leche, ya que el pecho solo ofrece leche y no aire, a no ser que el bebé tenga un mal agarre del pezón. A través de este tipo de toma, puede ser que el bebé no eructe aire en grandes cantidades y de ahí a no forzarlo sin cesar.

Hay bebés que necesitan eructar en mitad de las tomas

Es importante conocer este dato, dado a que se le puede hacer eructar en mitad de la toma evitando varios pequeños imprevistos. Uno es por si se queda dormido accidentalmente y ya no existe remedio en hacerle expulsar el aire. El otro es que después pueden pegar un gran eructo y vomitar una parte de su alimento.

Hay niños que tienen facilidad en regurgitar la leche y eso les sucede en este tipo de casos. Por eso es buena idea hacerles eructar en mitad de la toma para evitar estos pequeños incidentes.

Además, los bebés nos pueden ofrecer pistas de cuándo necesitan eructar. Si durante la toma comienza a moverse, agitar la cabeza, arquear la espalda o rechazar la toma, probablemente es porque se siente demasiado lleno. Se le puede dar un descanso y hacerle eructar, colocándole en posición vertical y dándole esos pequeños toquecitos en la espalda. Después, se puede seguir ofreciendo su leche.

Si quieres conocer más sobre los gases, puedes entrar dentro de algunos de nuestros artículos: «lo mejor para aliviar los gases del bebé», «Mi bebé no eructa ¿es malo? ¿qué puedo hacer? o «cómo saber si mi bebé tien cólicos».