Hay padres que se quejan porque sus hijos no se implican en las tareas domésticas y piensan que si no lo hacen es porque son unos vagos e incluso porque son unos irresponsables. Pero nada más lejos de la realidad, si los hijos no se implican en las tareas domésticas no es por culpa de ellos… Es por culpa de la educación que han recibido, por lo que son los padres los que deben cambiar la perspectiva.
Los niños cuando aprenden que otros pueden hacer las cosas por ellos, simplemente pierden el interés por hacer las cosas por ellos mismos y buscan excusas para no hacerlo. Un estudio encontró que el 74% de los padres informan que sus hijos no suelen contribuir con las tareas a menos que se les pida expresamente. Y un total de 50% de los padres dicen que pasan tanto tiempo discutiendo con sus hijos acerca de las tareas que se cansan y acaban haciéndolo ellos.
Para muchos padres, puede parecer más fácil el hacer las tareas por ellos mismos en lugar de gastar tiempo y energía en que lo hagan los hijos. Si eres uno de estos padres o madres, entonces sigue leyendo porque los hijos deben colaborar en las tareas domésticas, y no solo por obligación, sino porque también les ayuda a desarrollarse correctamente.
Utiliza las tareas para enseñar habilidades para la vida diaria
Cuando los niños hacen las tareas, están aprendiendo la responsabilidad de hacer las cosas por ellos mismos y además, podrán sentir la satisfacción de hacer las cosas por sí mismos. Aprenderán a que la vida requiere de trabajo y esfuerzo y que las cosas, no se consiguen solas.
Para los niños, las tareas deben ser algo más que echar una mano a sus padres para hacer las cosas del hogar. Son lecciones y habilidades básicas para la vida. Al cargar el lavavajillas o fregar los platos, al poner la lavadora o recoger la ropa… Los niños aprenderán a cómo funciona el mundo. No le quites esa oportunidad de aprendizaje solo por ahorrarte un par de minutos.
Haz que las tareas domésticas sean algo predecible, rutinario
Para que los niños acepten las tareas domésticas de buen grado deberán tenerlas integradas en sus vidas, es decir, tendrán que estar presentes en formas de rutinas. Por ejemplo, establee una tiempo cada semana para que toda la familia haga las tareas de casa, por ejemplo, los sábados por la mañana de 9 a 11.
De esta manera, evitarás las batallas de cuándo se hacen las tareas o de a quién le toca hacerlas. Que toda la familia haga las tareas domésticas también ayuda a mejorar la motivación, tus hijos sabrán que los sábados por la mañana están dedicados a las tareas domésticas. Aunque si no tienes tiempo para esto, también puedes crear un cuadro de tareas y ponerlo en la nevera de la cocina, así todo el mundo sabrá qué tiene que hacer y cuándo debe hacerlo.
Asigna las tareas a tus hijos acorde a su edad
No pretendas que tus hijos realicen tareas domésticas que no sean capaces de realizar, porque entonces se frustrarán y no querrán volver a hacerlas pensando que no son capaces. Es importante que tengas en cuenta la edad de tu hijo para saber qué es lo que puede hacer y qué es lo que debe esperar hasta que pase un tiempo más.
A continuación te vamos a poner algunas sugerencias para que puedas empezar a asignar las tareas a tus hijos acorde a su edad. Pero recuerda, que para empezar siempre tendrás que ayudarle y guiarle para que sea capaz de aprender qué es lo que tiene que hacer y cómo. Después y de forma progresiva ves apartando la ayuda hasta que sea capaz de hacer esa tarea por sí mismo/a.
Sugerencias de tareas domésticas
- 4 y 5 años: Ordenar calcetines, guardar los juguetes, ayudar a poner la mesa, ordenar las revistas.
- 6 y 7 años: Sacar al perro a dar un paseo con papá y mamá, vaciar el lavavajillas, preparar el almuerzo, hacer la cama.
- 8 y 9 años: Poner la mesa, cargar el lavavajillas, limpiar el cuarto de baño, ayudar en la cocina, barrer y bañar a la mascota.
- 10 y 11 años: Poner los alimentos en la despensa, cargar y descargar el lavavajillas, barrer y fregar el suelo, limpiar el polvo, hacer su dormitorio, sacar la basura.
- 12 y 13 años: Hacer la colada entera, hacer comidas sencillas, limpiar la ducha y WC, hacer su dormitorio, barrer y fregar el suelo, limpiar el polvo.
Las tareas domésticas y su dormitorio
La limpieza del dormitorio debe ser una obligación desde que son muy pequeños. Encontrará mucho sentido a que él o ella tenga que limpiar su espacio personal. Es una forma de enseñar a los hijos la autosuficiencia y a cuidarse a sí mismo, esto les otorgará responsabilidad y también conocimiento propio, confianza y una mejora de la autoestima. Las recompensas de esto es obvio: tu hijo podrá pasar tiempo en un dormitorio ordenado donde todo está guardado y es mucho más fácil de encontrar.
Hacer rotaciones en las tareas del hogar
Excepto en la limpieza del dormitorio que cada uno se debe ocupar del suyo, es buena idea establecer un sistema de rotación en las taras del hogar para ir haciendo más tareas en diferentes ocasiones. Puedes hacerlo en un calendario de tareas que irás cambiando cada semana o preparar cartas con las tareas domésticas y que los niños vayan escogiendo algunas cada semana.
De cualquier manera, es buena idea rotar las tareas del hogar para aque no tengan que hacer las mismas siempre y puedan tener un aprendizaje más amplio. Los niños aprenderán a hacer más tareas del hogar y además, podrás evitar acusaciones de favoritismo. Tienen que entender que habrán veces que les tocará hacer tareas que les guste más y en otras ocasiones, otras tareas que posiblemente les gusten menos. Pero de una forma u otra, siempre tendrán que hacerlas.
Es muy importante recordar que las tareas domésticas son una obligación que se deben cumplir en el hogar por convivir todos juntos y así encontrar la armonía. De ningún modo se debe alentar a los niños a hacerlo a cambio de dinero o de recompensas materiales, porque entonces todos los valores comentados desaparecerán de golpe.
¡Qué consejos tan buenos y positivos María José! También estoy de acuerdo en que los padres tenemos que invertir tiempo en la educación de los niños para conseguir que se impliquen, y ser perseverantes… Pero sobre todo pienso igual que tú en que al hacer las cosas por ellos, les estamos inhibiendo.