Si tus hijos son de los que ponen pegas a la hora de comer verduras, prueba con esta receta de calabacín rebozado. Una forma fácil y rica de preparar esta hortaliza tan saludable, con una textura crujiente por fuera y tierno por dentro, que hará las delicias de los más pequeños.
Incluso, podrán ayudarte a preparar el calabacín rebozado y pasarán un rato entretenido aprendiendo y disfrutando con la comida. Toma nota de esta sencilla receta, apenas necesitas ingredientes y será perfecto como primer plato, como acompañamiento en platos únicos o como un aperitivo saludable.
Calabacín rebozado
Con una sola pieza puedes obtener cantidad suficiente para 2 o 3 personas. Si necesitas más cantidad, solo tienes que doblar los ingredientes que encontrarás a continuación.
Ingredientes:
- 1 calabacín grande
- un huevo
- una taza de harina de trigo
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación:
- Primero vamos a lavar muy bien el calabacín, porque vamos a servirlo con la piel.
- Secamos y cortamos en rodajas finas.
- En un cuenco, batimos el huevo y añadimos sal.
- Ponemos la harina en un plato hondo o en un recipiente amplio.
- Preparamos una sartén al fuego con aceite de oliva virgen extra.
- Ahora vamos a pasar cada rodaja de calabacín primero por harina y después por el huevo batido y pasamos a la sartén.
- Vamos friendo todas las rodajas de calabacín rebozado en pequeñas tandas, para que no se apelmacen ni se pierda el rebozado.
- Una vez que el calabacín quede bien dorado, pasamos por papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una opción más saludable
Si no te gusta la idea de freír el calabacín rebozado, puedes cambiar la forma de cocinarlo fácilmente. Solo tienes que precalentar el horno a 200 grados. Colocar una lámina de papel vegetal en la bandeja del horno e ir colocando las rodajas de calabacín rebozado en ella. Procura que queden separadas, para que se puedan cocinar bien. Hornea a 200 grados hasta que observes que el calabacín rebozado queda bien doradito y listo.