Las croquetas son uno de esos entrantes que no pueden faltar en cualquier recetario familiar, ya sean las típicas de puchero, de jamón o las más actuales como las de setas o las riquísimas de pescado. Sea cual sea el ingrediente elegido, las croquetas siempre son un acierto. Gustan a todo el mundo por igual, porque la cremosidad de la bechamel unida al crujiente de un buen rebozado, son añadidos difíciles de rechazar.
Por este motivo y con la idea de celebrar el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra hoy día 16 de enero, vamos a preparar unas deliciosas croquetas de pescado para toda la familia. Las croquetas son el plato estrella de la llamada cocina de aprovechamiento, por lo qué cualquier ingrediente que elijas irá perfecto. Es decir, puedes utilizar restos de un guiso de pescado o cocinarlo expresamente para estas croquetas, como tú prefieras.
Croquetas de pescado
En este caso vamos a utilizar un pescado blanco, como la merluza o la pescadilla, porque al tener un sabor más suave es más fácil de tomar para los niños. El pescado debe estar previamente cocinado, si no tienes restos pero quieres preparar las croquetas, puedes hacerlo a la plancha o al horno de una forma muy sencilla. Estos son los ingredientes que necesitamos para preparar unas ricas croquetas de pescado.
Ingredientes:
- 250 gr de pescado ya cocinado
- 1/2 cebolla
- un vaso de caldo de pescado
- 1/2 litro de leche
- una cucharada de mantequilla
- nuez moscada
- 4 cucharadas soperas de harina
- sal
- aceite para freír
- 2 huevos
- pan rallado
Preparación:
- Primero vamos a desmigar muy bien el pescado, prestando mucha atención para eliminar cualquier espina.
- Con un rallador, rallamos la cebolla para que quede muy fina.
- En un cazo, ponemos la cucharada de mantequilla a fuego medio y dejamos que se funda.
- Añadimos la cebolla y cocinamos a fuego suave hasta que transparente.
- A continuación, añadimos las 4 cucharadas de harina y removemos para que no se queme.
- Cuando la harina esté cocinada, añadimos el caldo de pescado caliente sin dejar de remover, para que no se formen grumos.
- Una vez que tengamos una crema ligera con la harina, vamos añadiendo la leche templada poco a poco, sin dejar de remover.
- Añadimos sal y una pizca de nuez moscada y continuamos removiendo hasta obtener una bechamel espesa.
- Retiramos del fuego y añadimos el pescado desmigado, removemos bien para distribuirlo por toda la bechamel.
- Ahora, vamos a volcar la mezcla sobre una fuente amplia y baja y con una cuchara de palo extendemos hasta obtener una capa de unos 2 dedos aproximadamente.
- Tapamos con papel film, que debe estar sobre la propia masa sin dejar espacio para que no entre aire, así evitaremos que se forme una costra sobre la bechamel.
- Dejamos enfriar antes de meter en el frigo, cuando la fuente esté templada, refrigeramos durante unas 2 horas.
- Cuando la masa esté solidificada, podemos comenzar a preparar las croquetas.
- Preparamos una sartén pequeña pero con buen fondo y abundante aceite de oliva para freír.
- En un recipiente batimos los huevos y en otro preparamos pan rallado.
- Con una cuchara vamos tomando porciones de masa y con las manos hacemos la forma de croqueta.
- Pasamos las croquetas de pescado primero por pan rallado, a continuación por huevo batido y por último de nuevo por el pan rallado.
- Vamos friendo las croquetas en el aceite bien caliente y en pequeñas tandas, hasta terminar por completo la masa.
¿Te han salido muchas croquetas?
Las croquetas están buenísimas pero son bastante trabajosas de preparar, por este motivo, no solemos hacerlas muy a menudo. La buena noticia es que de una vez, puedes obtener una gran cantidad de croquetas que quizá no gastes de una sola vez. Conservar las croquetas para otra vez es muy fácil, solo tienes que congelarlas una vez que estén ya rebozadas.
En un recipiente hermético, coloca una lámina de papel film y ve colocando las croquetas que te hayan sobrado. Coloca papel entre las diferentes capas de croquetas que vayas a congelar, así evitarás que se peguen y se deformen. Cuando quieras utilizarlas, solo tienes que descongelarlas previamente para que al freírlas queden igual de deliciosas que recién cocinadas.