Las croquetas de pollo son uno de esos platos tradicionales y en apariencia sencillos, que nunca dejan de ser una delicia y uno de los platos favoritos de todo el mundo. Muchas personas las compran preparadas, solo para cocinar, pero por muy bien que estén, nunca serán comparables a unas croquetas de pollo caseras. Por eso, hoy te traemos esta receta de aprovechamiento fácil y sencilla, para que puedas preparar las mejores croquetas en casa con ayuda de los niños.
Croquetas de pollo, la receta infalible
Imagen: Recetas de pollo
Aunque se trata de una receta muy laboriosa, la preparación es bien sencilla. Solo tienes que seguir algunos trucos a la hora de seguir los pasos, así conseguirás unas croquetas de pollo jugosas, crujientes por fuera y lo más importante, deliciosas. Antes de comenzar, vamos a hablar del ingrediente principal, el pollo. Generalmente, se suele utilizar el pollo restante de algún cocido o puchero.
Si tienes restos de pollo de algún guiso o caldo también lo puedes utilizar para las croquetas. Lo importante es que el pollo esté cocido con verduras y huesos para que tenga mucho sabor. No obstante, si quieres preparar croquetas y no tienes pollo de restos, puedes prepararlo de una forma sencilla. Pon el pollo en una cazuela, añade cebolla, zanahoria, tomate, nabo, puerro o las verduras que tengas en la nevera, añade agua y un poquito de aceite y cuece durante unos 20 minutos. Ahora que ya tienes el pollo listo, vamos a ver el resto de ingredientes para preparar las croquetas.
Ingredientes para las croquetas de pollo
- Pollo previamente cocinado (cocido, de un caldo de pollo y verduras o de cualquier otro guiso)
- 1 cebolla
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- harina
- leche
- caldo de pollo (preferiblemente casero, pero también puedes usar caldo de pollo preparado)
- nuez moscada
- 2 huevos
- pan rallado
- aceite para freír
Preparación
Imagen: recetasdecroquetasdepollo.com
- Primero vamos a desmenuzar con las manos el pollo previamente cocinado. Con un cuchillo bien afilado, troceamos el pollo para que quede muy finito.
- Pelamos y limpiamos la cebolla, la troceamos de forma que queden trozos muy finitos. Si lo prefieres, puedes rallarla y así te aseguras de que quede perfecta.
- En una sartén con un chorreón de aceite de oliva virgen, sofreímos la cebolla a fuego suave. Cuando comience a transparentar, añadimos el pollo y cocinamos unos minutos, añadimos un poco de sal y reservamos.
- Ahora vamos a preparar la bechamel casera. En un cazo ponemos un chorreón de aceite de oliva virgen extra y 2 cucharadas soperas bien llenas de harina.
- Sin dejar de remover, dejamos que la harina se cocine un minuto e inmediatamente añadimos medio vaso de leche templada.
- El truco para que no salgan grumos, es mover constantemente la bechamel con unas varillas mientras vamos añadiendo la leche y el caldo hasta obtener una crema ligera sin grumos. La cantidad de leche y de caldo que debemos añadir, lo iremos viendo a ojo, según el espesor que queramos conseguir.
- Una vez que la bechamel esté lista, añadimos sal y una pizca de nuez moscada y mezclamos bien.
- Añadimos el pollo a la bechamel y con ligeros movimientos mezclamos toda la masa.
- Volcamos la masa en una fuente amplia y baja, extendiendo la masa con una cuchara de madera para que quede en una capa delgada.
- Tapamos con papel film, este debe tocar la masa para evitar que se reseque por encima y le salga costra.
- Dejamos enfriar unos 15 minutos a temperatura ambiente y después refrigeramos durante mínimo 2 o 3 horas.
- Pasado ese tiempo, podremos comenzar a preparar las croquetas.
- Para ello, batimos los dos huevos en un cuenco y preparamos el pan rallado en otro cuenco.
- Con una cuchara vamos tomando porciones de masa, pasamos primero por el huevo batido y después por el pan rallado. Le damos forma con las manos con cuidado de no manosearlas demasiado.
- Colocamos todas las croquetas que nos salgan en una fuente y tapamos con papel film. Volvemos a refrigerar durante unos 30 minutos antes de freírlas, así conseguiremos que la masa no se abra.
- Por último, ponemos una sartén con abundante aceite para freír al fuego y cuando esté bien caliente, vamos friendo las croquetas en pequeñas tandas.
- Es importante que las vayamos girando constantemente para que se frían por igual por todos lados.
- Pasamos por papel absorbente y ya tendremos unas deliciosas croquetas de pollo para disfrutar.