El campo de batalla de muchos padres y madres es la comida. Las verduras no suelen gustar a los más pequeños de la casa a pesar de tratarse de un alimento esencial en la dieta debido a la gran cantidad de nutrientes que aporta al organismo. Cuando son pequeños, la mejor manera de darle dichas verduras es a través de sopas y cremas. Una de las más deliciosas y ricas además de ser bastante sencilla es la de calabaza.
Se trata de una crema que suele gustar tanto a grandes como pequeños y que viene perfecta para tomar caliente durante estos meses de invierno. Si estás interesada en este maravilloso puré de calabaza, no pierdas detalle y toma buena nota de cómo hacerlo.
Ingredientes para dos personas
- 150 g de calabaza
- 1 zanahoria
- 1/2 vaso de caldo casero de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- dos quesitos dos cucharadas de queso crema
- un pellizco de sal
Cómo elaborar un puré de calabaza para niños
Lo primero que debes hacer es pelar la zanahoria y cortarla trozos medianos. Acto seguido coge la calabaza y cortarla también en trozos pequeños. Pon la tanto la zanahoria como la calabaza en un bol para microondas o en un estuche de silicona. Añade el aceite de oliva y la sal y cierra el bol o el estuche. Lo bueno del estuche es que la verdura se cocina en su propio jugo conservando todos sus nutrientes. Acto seguido debes cocinar a máxima potencia durante unos cinco o 6 minutos aproximadamente.
Una vez pasado el tiempo, debes sacar la verdura del microondas y pasarlas a un bol. Coge un tenedor y ve aplastando tanto la calabaza como la zanahoria. A continuación debes añadir el caldo de pollo y remover todo bien. Para darle al puré un mayor cremosidad, puedes poner todo en el vaso de la batidora y añadir dos quesitos o dos cucharadas de queso crema. Batir bien y probar que esté perfectamente de sabor y de textura. Ya está listo este maravilloso puré para que se lo des a tu hijo y pueda comer verduras sin problema alguno. Si quieres añadir un poco más de consistencia al plato, puedes optar por añadir unos trozos de pechuga de pollo o de pavo. Como has podido comprobar, se trata de un plato supersencillo de preparar y con una buena cantidad de nutrientes para tu hijo.