Recetas de purés para bebés delicados

Purés para bebés delicados

Tener un bebé delicado para la comida puede resultar de lo más estresante para cualquier padre o madre. Cuando los niños no comen bien, o la cantidad que cada uno considera aceptable, tendemos a pensar que el niño no está bien alimentado y se entra en una espiral de agobio y preocupación considerable. La preocupación es totalmente comprensible, pero es esencial mantener la calma y buscar alternativas para solucionar el problema.

Lo primero es comprender que para un bebé no es fácil aceptar la variedad de sabores que supone la alimentación complementaria. Acostumbrados al sabor de la leche, es difícil para la mayoría de bebés acostumbrarse a sabores tan variados como el dulce, el salado o el amargo y sobre todo, la mezcla de sabores. Por ello, es muy importante seguir unas pautas en la introducción de los alimentos.

La alimentación complementaria en bebés delicados

Al comenzar con la alimentación complementaria, es muy importante introducir los alimentos de uno en uno y dejando unos días entre cada uno de ellos. Esto se recomienda principalmente para poder observar posibles reacciones alérgicas o intolerancias en el bebé. Pero también para dejar que el pequeño pueda probar el alimento, apreciar las texturas y los sabores de cada uno y aprender a disfrutarlo.

Si de entrada empezamos a mezclar diferentes sabores, el bebé no podrá apreciar debidamente el sabor de cada uno. Incluso, los alimentos pierden su sabor y al mezclarse entre ellos se vuelven más ácidos y difíciles de asimilar. Así que no tengas prisa por que tu bebé pruebe todos los alimentos, este es un proceso largo. Y cuanto más tiempo tardes en darle a probar todos los alimentos, mejor los aceptará y disfrutará tu bebé.

Recetas de purés para todo tipo de bebés (incluidos los delicados)

Cuanto más sencilla sea la comida del bebé, más probabilidades de que le guste tendrás. Evita mezclar muchos alimentos, para que los sabores no se vuelvan demasiado complicados. También es esencial armarse de paciencia, no intentes que el bebé se tome una gran cantidad de comida en cada toma, especialmente si es delicado comiendo. Ofrécele un par de cucharadas, deja que toque la comida, que se chupe los deditos. Poco a poco se irá familiarizando con la comida y aprenderá a disfrutar de ella.

Puré de calabaza

A medida que el bebé vaya probando y aceptando más alimentos, puedes ir añadiendo al puré un poquito de pollo hervido, pescado blanco y otras verduras.

Ingredientes:

  • 400 gr de calabaza fresca
  • 2 zanahorias
  • 1 patata
  • aceite de oliva virgen extra

Preparación:

  • Pelamos y limpiamos bien todas las verduras, troceamos en dados pequeños.
  • En una cazuela ponemos un chorrito de aceite de oliva y sofreímos ligeramente las verduras.
  • Añadimos agua hasta cubrir las verduras.
  • Dejamos cocer durante 20 minutos y trituramos hasta obtener una crema muy fina.
  • Puedes añadir un chorreón de leche (materna o de fórmula) para conseguir un puré más cremoso.

Puré de pollo y pera

Si tu bebé ya ha comenzado a tomar carne, generalmente se empieza por el pollo y el pavo, puedes probar esta combinación sorprendente pero deliciosa. La pera combina perfectamente con el pollo, y el sabor dulzón de la pera a los bebés les encanta.

Ingredientes:

  • 1 calabacín
  • una pechuga de pollo
  • 1 patata
  • 2 peras

Preparación:

  • Primero vamos a pelar el calabacín, la patata y las peras. Troceamos en dados pequeños.
  • En una cazuela ponemos 250 ml de agua o caldo casero de verduras, cuando empiece a hervir añadimos las verduras y las peras.
  • Cocemos durante unos 10 minutos, mientras vamos preparando la pechuga de pollo.
  • Eliminamos la grasa y troceamos en pequeños dados, añadimos a la cazuela y dejamos cocinar otros 8 minutos aproximadamente.
  • Una vez tenemos todo hervido, lo ponemos en el vaso de la batidora y trituramos hasta obtener un puré muy fino.
  • Puedes añadir un poquito de leche materna o de fórmula para obtener un puré más cremoso.

Cualquiera de estas recetas se puede conservar perfectamente, tanto en el frigorífico como en el congelador. Solo tienes que usar tarritos con tapadera que puedan cerrarse al vacío. De esta forma, siempre tendrás variedad de purés para esos bebés delicados.


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