Desde los primeros días en los que se detectó el coronavirus en China ha sido una preocupación saber si el virus se puede transmitir de la madre al hijo, durante el embarazo o en el momento del parto. Tras más de tres meses conviviendo con la COVID-19 diversas investigaciones confirman que la transmisión de madres a bebé durante el embarazo es poco probable. Los investigadores de la universidad de Nottingham se atreven a calificarla como rara.
Pero esto no exime de que haya que cumplir un protocolo si el bebé que nace proviene de una mujer infectada con coronavirus, aunque esta sea asintomática. Una de las pautas que hay que seguir es hacerle al bebé test virológicos y seguimientos clínicos.
El contagio del bebé de coronavirus es raro
Desde el principio, la Sociedad Española de Neonatología (seNeo) ha creado un registro nacional sobre la infección del SARS-CoV-2 en recién nacidos y sus madres para obtener los datos que les han permitido analizar el impacto de la pandemia en este colectivo.
En esta base de datos se ha registrado más de 500 madres con diagnóstico positivo por Covid-19 y sus recién nacidos. Estos datos se cruzan con los de otras investigaciones internacionales. Gracias a ellos se confirma que no hay riesgo de transmisión vertical, o que ésta es muy poco probable. Los pocos casos de COVID-19 que se han dado en los bebés de madres con coronavirus o se trataban de falsos positivos o de posibles casos de contagio postnatal.
En concreto, en España, según la seNeo, se han registrado 40 casos de bebés cuyas madres tenían coronavirus y se han contagiado tras el parto. Los recién nacidos que han dado positivo son, en su mayoría, asintomáticos. Y alguno, ha tenido afectación leve y sin secuelas. Su principal síntoma ha sido fiebre transitoria elevada con vómitos o tos. Los reducidos casos más graves se dieron en neonatos prematuros y que presentaban patologías anteriores.
Preeclapsia y coronavirus
Un estudio ha descubierto que el 62,5% de las embarazadas que sufren cuadros graves de COVID-19, desarrollan un síndrome clínicamente similar a la preeclampsia. Este estudio se ha desarrollado por la Unidad de Insuficiencia Placentaria del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadores del grupo de Medicina Materna y Fetal.
La preeclampsia es una complicación del embarazo, suele aparecer a partir de la semana 20 de gestación. Ésta puede poner en riesgo la vida de la madre y la del bebé. Se caracteriza por la presión arterial alta y puede estar acompañada la disminución de plaquetas y elevación de las enzimas hepáticas.
Lo que esta investigación quiere aclarar es que el hecho de que la COVID-19 y la preeclampsia tengan características clínicas superpuestas, podría dificultar el diagnóstico e incluso en algunos casos el diagnóstico fuera incorrecto. Con ello se quieren evitar decisiones precipitadas y partos prematuros. Digamos que hay los mismos síntomas, pero que las causas que los provocan son diferentes y por tanto el tratamiento también puede diferir.
¿Puedo amamantar a mi bebé si tengo coronavirus?
Si la madre ha dado positivo en el test de COVID-19, aunque se muestre asintomática ¿debe dar leche materna al niño? En términos generales se sigue recomendando la lactancia materna por las grandes ventajas que ésta tiene siempre que las condiciones de salud de la madre, y del bebé, así lo permitan. En Canadá y en Alemania sí se ha detectado casos de presencia del virus en la leche de la madre.
También los diferentes estudios, que se han hecho a lo largo de los meses, han constatado que la posibilidad de que el bebé se contagie con la COVID-19, no es mayor si nace por vía vaginal, si es amamantado o si ha tenido contacto con la madre tras el parto. El Ministerio de Sanidad ha recomendado, siempre que sea posible, el alojamiento conjunto, evitando la separación madre-hijo.
Estas conclusiones contrastan con las recomendaciones que se hicieron al principio de la pandemia, sobre la conveniencia de hacer cesárea a las mujeres con coronavirus, y mantener aislada tanto a la madre como al bebé, sin contacto entre ellos.