Una de las preguntas más comunes de las futuras madres, especialmente a medida que pasan los meses y se acerca el término del embarazo, se refiere al líquido amniótico.
Muchas mujeres se preguntan cómo reconocer la fuga de líquido amniótico , ya que resulta ser un evento muy importante para entender que el parto está realmente cerca.
Pero empecemos por orden, tratando de entender juntos qué es este líquido y para qué sirve.
Índice
¿Qué es el líquido amniótico y para qué sirve?
En el vientre de la madre, las aguas son fundamentales para el desarrollo del feto. De hecho, el líquido amniótico crea un ambiente absolutamente estéril donde el bebé puede crecer y desarrollarse durante los 9 meses.
Por lo tanto, esta sustancia tiene varias funciones:
- protege al feto de cualquier trauma;
- amortigua el ruido externo;
- hace crecer al feto, sin riesgo de aplastar las estructuras anatómicas;
- mantiene la estabilidad térmica;
- protege contra infecciones;
- aunque en pequeña parte, nutre al niño (composición: 90% agua, sales minerales y nutrientes).
Cantidad de líquido amniótico necesaria
Para garantizar que el bebé esté protegido, siempre debe haber una cantidad específica de líquido. El especialista de confianza se asegurará de ello con una visita; cuando esté por debajo de la media, hablamos de oligohidramnios , mientras que por el contrario hablamos de polihidramnios.
- 12ª semana de embarazo: 60 ml
- 16 semana de embarazo: 175 ml
- Semana 34-48 de embarazo: 400-1.200ml
Qué hacer para romper aguas antes del término
Por lo tanto, el líquido amniótico es necesario para mantener sano al bebé; a veces sucede que el agua se rompe antes del parto.
Sin embargo, si a las 24 horas de la rotura no estás lista para dar a luz, se induce precisamente para evitar la posible aparición de infecciones o complicaciones.
En la mayoría de los casos, afortunadamente, la pérdida de líquido amniótico se produce justo antes de dar a luz, lo que permite a la futura madre vivir el momento con absoluta alegría y naturalidad.
Difícil no darse cuenta cuando rompe aguas: se manifiesta con una liberación repentina de una gran cantidad de líquido caliente de los genitales.
Sin embargo, el saco amniótico puede romperse incluso sin manifestaciones importantes y con fugas mínimas. Suponiendo que ya a partir de la semana 38 el líquido tiende a disminuir, ¿cómo podemos controlar las cantidades y mantener la calma? Mediante el uso de un absorbente.
Tampones que detectan fugas de líquido amniótico
Existen, en particular, toallas higiénicas capaces de detectar fugas de líquido amniótico .
Simplemente coloque la almohadilla como de costumbre , sin mantenerla por más de 12 horas. Cuando sientas la sensación de humedad, tendrás que esperar 15 minutos para comprobar los resultados, gracias a la acción de un polímero que cambia de color según el fluido.
Si el nivel de pH medido es de 6,5 o superior, hay una fuga de líquido amniótico y la toalla sanitaria se volverá verde/azul. Si el nivel de pH está por debajo de 6,5, se volverá amarillo.
Es un método sencillo y no invasivo, que además permite detectar posibles infecciones vaginales.
Último consejo: en el caso de que la prueba del tampón muestre la pérdida de líquido amniótico, es recomendable acudir inmediatamente al hospital más cercano para estar siempre serena y seguida por médicos especialistas.
Pérdida de líquido amniótico y daño al recién nacido
La pérdida temprana de líquido amniótico durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de lesiones para el recién nacido. A algunas mujeres embarazadas les resulta difícil saber si realmente están perdiendo líquido amniótico o si se trata de una fuga de otra sustancia (como orina o flujo vaginal). Por lo tanto, es importante consultar a un médico si hay alguna duda.
Siga leyendo para obtener más información sobre la función del líquido amniótico, los niveles normales de líquido amniótico en varias etapas del embarazo y qué condiciones se pueden sospechar después si hay una fuga.
Si bien la fuga de una cantidad muy pequeña de líquido amniótico puede ser aceptable, la fuga de una gran cantidad puede causar oligohidramnios (un nivel anormalmente bajo de líquido amniótico) y otras complicaciones, entre ellas:
- Aborto espontáneo.
- Nacimiento de un niño muerto.
- Parto prematuro.
- Retraso del crecimiento fetal.
- Trabajo de parto difícil. Por ejemplo, el cordón umbilical puede comprimirse y el bebé puede experimentar una disminución en el suministro de oxígeno.
- Mayor probabilidad de parto por cesárea, que puede ser necesario debido a la privación patológica de oxígeno del feto (asfixia del parto) y otras complicaciones.
- Infecciones. Si el saco amniótico se rompe o perfora, las bacterias dañinas pueden ingresar al útero y dañar al feto.
- Encefalopatía hipóxico-isquémica. Es un tipo de daño cerebral neonatal que puede ocurrir cuando el cerebro del bebé no recibe un suministro suficiente de sangre oxigenada.
- La fuga de líquido amniótico puede indicar ruptura prematura de membranas (RPM), una complicación en la cual el saco amniótico se rompe (estallan las aguas) antes de que el bebé esté en la posición correcta para el parto. La RPM ocurre en aproximadamente el 2 % de los embarazos y puede provocar infección, prolapso del cordón umbilical (cuando el cordón desciende al canal de parto antes o al lado del bebé, posiblemente comprimido) y otros problemas. La PROM también puede ocurrir prematuramente, en cuyo caso se conoce como ruptura prematura de membranas antes del término (PPROM). La RPMP conlleva el riesgo adicional de causar un parto prematuro.
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