Durante el embarazo, tu organismo experimenta numerosos cambios que pueden afectar a la salud de tu boca. Cuando estás gestando el flujo sanguíneo aumenta, lo que te hace más propensa a padecer sangrado de encías o gingivitis. Además es frecuente que algunas mujeres padezcan náuseas o vómitos y que hagan cambios en su alimentación debido a este malestar o a los famosos antojos.
Todo esto provoca que tu salud bucodental se vea afectada y seas más propensa a padecer determinados problemas orales. Por eso, es imprescindible que tengas una buena higiene bucal, una alimentación equilibrada y que visites con frecuencia a tu dentista.
¿Qué problemas bucales pueden surgir durante el embarazo?
- Gingivitis. Se debe a la acumulación de placa en los dientes. Sus síntomas incluyen encías inflamadas, enrojecidas y que sangran con facilidad. Una buena higiene oral que evite la acumulación de placa es fundamental para prevenir la gingivitis. Además deberás de tratar de mantener una alimentación equilibrada con menos azúcares y más alimentos sanos como las frutas, verduras, yogur, frutos secos, etc.
- Periodontitis. Una gingivitis no tratada puede convertirse en un problema más grave. La periodontitis se caracteriza por que hay inflamación e infección de los huesos que sujetan los dientes pudiendo provocar un aflojamiento de los mismos. Varios estudios han hallado una relación entre esta patología y el aumento del riesgo de parto prematuro y de bebés con bajo peso al nacer.
- Caries. Durante el embarazo tu boca suele presentar más ácido, por lo que es más probable que se dañe el esmalte dental provocando caries.
- Caida de dientes. Si tienes una enfermedad de las encías grave o caries mal cuidadas, puedes llegar a perder alguna pieza dental.
- Granuloma piógeno. Es una especia de tumos que se forma en la encía, normalmente entre los dientes. Sangra con mucha facilidad y en ocasiones hay que extirparlo con cirugía, pero lo normal es que desaparezca por si solo tras el parto.
- Aftas bucales. Son llagas blanquecinas muy dolorosas que aparecen debido a que durante el embarazo el sistema inmune está debilitado. Suelen durar entre 7 y 10 días, algunas incluso más. Para tratarlas puedes usar algún enjuague de clorhexidina o con ácido hialurónico.
- Xerostomía o boca seca. Se trata de un problema temporal que suele desaparecer al finalizar el embarazo. Para aliviarla puedes beber mucha agua o comer chicles sin azúcar que te ayuden a salivar. Si se trata de una xerostomía más severa, tu odontólogo puede recomendarte el uso de productos específicos como pastas, colutorios o geles humectantes.
Medidas para mantener tu boca sana durante el embarazo
- Mantén una correcta higiene oral. Cepíllate los dientes después de cada comida con un cepillo de cerdas suaves para evitar irritar las encías. No te olvides de limpiar bien las encías y la lengua. Completa la limpieza con hilo o seda dental para eliminar los posibles restos que hayan quedado entre los dientes.
- Visita periódicamente a tu dentista para comprobar que tu boca se encuentra en buen estado o para detectar cualquier problema lo antes posible.
- Ten una dieta saludable y equilibrada evitando en la medida de lo posible los azúcares. Una buena alimentación no solo repercute en tu salud sino también en la de tu bebé. Una dieta rica en fósforo , calcio y vitaminas A y D es esencial para la formación de huesos y dientes.
- Si vomitas enjuagate la boca con agua para eliminar el exceso de ácido.