¿Se puede tomar Almax durante el embarazo?

¿Se puede tomar Almax durante el embarazo?

Una mujer embarazada experimentar diversos y múltiples cambios que pueden ser llevaderos o molestos durante su gestación. Pueden seguir un embarazo en óptimas condiciones y otras mujeres que tienen que suplir con malestares no deseados. En la recta final del embarazo la mujer puede presentar ardor de estómago y náuseas debido a esta inquietud. Hay soluciones farmacológicas para remediarlo y abordaremos si se puede tomar Almax en el embarazo, qué dosis y en qué cantidad.

La matrona o ginecóloga puede prescribirnos la toma de omeprazol, ya que es otro medicamento seguro. Incluso cuando la mujer ya ha tenido su bebé y está con la lactancia, es totalmente compatible, ya que no perjudica a la leche materna.

No es fácil suplir algunos malestares que aparecen durante el embarazo. Muchas veces cuando terminamos en algún trimestre con algún malestar, en el siguiente comenzamos con otro y a veces es un sin vivir. Pero no hay que preocuparse, la mayoría de estas molestias desaparecerán cuando termine el embarazo. Algunos de estos malestares son náusea y vómitos, dolor abdominal, indigestión y ardor de estómago.

¿Se puede tomar Almax durante el embarazo?

La respuesta es sí, pero con algunas restricciones. Es un medicamento seguro, ya que contiene un ingrediente principal, el almagato (sales de aluminio y magnesio), por lo que no hay evidencias de que pueda dañar al feto.

No obstante, nunca es bueno medicarse por voluntad propia, y este tipo de medicamentos han de ser prescritos por un médico para que recete qué cantidad está limitada a lo largo día. Lo normal es tomar hasta 1 gramo al día y solo si es necesario y con urgencia.

¿Qué sucede si se toma Almax durante el embarazo?

Almax es la marca comercial del almagato y que combate el tratamiento sintomático de la acidez y el ardor de estómago. Existen tres tipos: 500 gramos masticables, Almáx de 1 gramo para suspensión oral y Almax Forte de 1,5 g de suspensión oral.

¿Se puede tomar Almax durante el embarazo?

Tomar Almax durante el embarazo es seguro, pero tomarlo de forma prolongada y en altas dosis llega a ser contraindicado. Algunos estudios han detectado casos aislados de hipercalcemia y de hiper e hipomagnesemia, asociados al consumo elevado de antiácidos durante el embarazo. Incluso en otros casos se ha llegado a encontrar en algunos bebés recién nacido un aumento de reflejos tendinosos, por encontrar dentro de sus cuerpos sustancias como el aluminio o el magnesio en altas dosis.

Otros remedios naturales para sustituir la toma de medicamentos

El 50% de las embarazadas sufren de dolor o malestar de estómago a partir del 5º mes de embarazo. Los cambios suelen suceder por el aumento de nivel de las hormonas como los estrógenos y progesterona, ya que relajan la musculatura de todo el cuerpo. Esto hace que el esfínter esofágico interior no se cierre correctamente y hace que lo que se encuentre en el estómago vuelva hacia el esófago y se produzca el ardor.

  • Otros casos también provocan dicho ardor cuando disminuye la producción del ácido clorhídrico, el cuál se encarga de digerir los alimentos. De esta forma las digestiones son mucho más pesadas y lentas, creando ese ácido en el estómago y provocando ardor.
  • El aumento del bebé y del útero también son motivo. Cierta presión es la causante de crear ese reflujo y acidez.

¿Se puede tomar Almax durante el embarazo?


Para evitar que empeore este malestar se puede hacer algunos cambios en la dieta. Es difícil hacer cambios cuando se siente hambre y sobre todo en el embarazo, pero se puede reseñar algunos trucos que podrían tomarse con fuerza de voluntad.

  • Hay que reducir los azúcares, las bebidas con gas y el consumo de café.
  • Las comidas picantes no son nada buenas, al igual que los alimentos con grasas refinadas, como las comidas rápidas o precocinados.
  • Hay que beber mucha agua y tomar los alimentos más masticados y en pequeñas cantidades.

Otros cambios que pueden beneficiar es reducir el estrés y hacer ejercicio suave. Ayuda mucho no llevar ropa muy ajustada, no acostarse justo después de comer y cuando se tenga la ocasión de estar tumbada, elevar un poco la cabeza para facilitar la digestión.


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