El meconio es una sustancia que expulsará el bebé en las primeras horas de su nacimiento. Esta sustancia sea ha ido formando a lo largo de su gestación en su sistema digestivo y dónde no formaba parte de su alimentación. Pero por alguna razón hay bebés que expulsan esta sustancia antes de su nacimiento y de ahí que evaluemos qué tipo de secuelas tiene un recién nacido que traga meconio antes del parto.
Esta sustancia si es expulsada antes de que se produzca el nacimiento, puede crear una situación de riesgo. Hay muchos contratiempos que pueden derivar a que el recién nacido pueda llegar a sufrir algún tipo de secuela si no se visualiza y trata a tiempo esta situación.
¿Qués es el meconio?
Como ya hemos explicado la liberación del meconio se ha de producir fuera de la gestación y no dentro. Cuando sucede fuera es porque hay algún tipo de contratiempo y más cuando se está aconteciendo el parto. Generalmente la expulsión del meconio se origina cuando existe un síntoma de sufrimiento del feto. Estará provocado generalmente por las contracciones del útero de la madre, ya que dificultan su respiración y la falta de oxígeno.
La salida prematura del meconio también se puede producir cuando se produce alguna complicación de última hora. O bien el bebé viene de nalgas, el cordón umbilical viene enrollado o cualquier acontecimiento que se presente y que altere el protocolo. Si el meconio es expulsado dentro de la barriga y es detectado, el parto hay que provocarlo de urgencia y por cesárea, ya que no puede ser aspirado por el bebé.
Secuelas del recién nacido que traga meconio
El bebé al sentir asfixia y sufrimiento fetal hace que inconscientemente aspire el líquido amniótico. En este momento si contiene meconio puede llegar a que esta absorción termine en un pequeño contratiempo o en el síndrome de aspiración de meconio a través de sus vías respiratorias y su sistema digestivo.
Su ingesta puede provocar al bebé un distrés respiratorio. El sistema respiratorio del bebé puede acarrear un contratiempo que hay que examinar con profundidad. Dependiendo de lo que haya aspirado y el tiempo que ha permanecido dentro de él hay que hacer una evaluación.
Incluso la vía gástrica puede llegar a estar afectada y esto hará que su aparato digestivo mantenga un contratiempo y desajuste. El bebé le costará tolerar le leche materna o de fórmula, y en estos casos la puede llegar a vomitar. Si el bebé aspiró mucho meconio se le practicará un lavado de estómago y esperar unos días a que comience a recuperar el apetito.
La aspiración del meconio no suele ser muy grave cuando no han transcurrido más de 48 horas. No obstante, es una cuestión que no pasa de largo y la vigilancia suele ser extrema. El bebé puede sufrir una irritación de las vías respiratorias y llegar a lesionar el tejido pulmonar. Además, el meconio puede perjudicar que el surfactante actúe dentro de su cuerpo, ya que es una sustancia que ayuda a abrir los pulmones después de nacer.
Después del nacimiento hay que reanimar al bebé y limpiar las vías respiratorias y gástricas. En algunos casos es necesaria la ingesta de antibióticos. Se realizarán una serie de pruebas donde habrá que centrarse en las vías respiratorias y dónde no llegue a producirse un problema cardiaco o una neumonía.
En un 12 por ciento de los partos el bebé ha expulsado meconio y no llega a ser aspirado. Solo muy pocos llegan al caso más grave dónde se produce el Síndrome de aspiración meconial (SAM), aunque su efecto dependerá de la cantidad, la consistencia e incluso del tiempo que haya permanecido.
Si el problema ha sido grave, el bebé deberá de permanecer en cuidados intensivos, ya que presentará dificultad para respirar durante varios días. En otros casos se puede presentar una neumonía por aspiración, daño cerebral por falta de oxígeno, hipertensión pulmonar y en otros la muerte del bebé. Desde el nacimiento del niño o la niña con este tipo de contratiempo siempre habrá a su cargo un médico puericultor que se encargará de su cuidado.