Molestias en el segundo trimestre: causas, alivio y señales de alarma

  • Dolores pélvicos, calambres y acidez son frecuentes; descansa, hidrátate y usa estiramientos suaves.
  • Vigila signos de alarma: sangrado, dolor intenso, fiebre o cefalea con alteración visual.
  • Cuida tu salud: ejercicio de bajo impacto, dieta con fibra, buena higiene bucodental y controles prenatales.
  • Consulta siempre antes de medicarte y ante síntomas persistentes o que te preocupen.

Segundo trimestre de embarazo: lo disfrutarás a pesar de las molestias

Si en el primer trimestre de embarazo las molestias más frecuentes eran náuseas, mareos o hinchazón, pasada la semana 12 puede que experimentes otros cambios normales en el cuerpo de una mujer gestante; a los que en ocasiones solo deberás acostumbrarte o intentar remediar, según su intensidad. Las hormonas siguen muy activas, y son parte de la causa, aunque el aumento del volumen corporal y el crecimiento del útero también influyen.

Se dice que a partir del segundo trimestre de embarazo las mujeres disfrutan más del proceso, ya que disminuyen los miedos iniciales, baja la incertidumbre por el buen estado del bebé y ceden las náuseas. Es verdad que físicamente te puedes encontrar mejor, porque mentalmente estarás más relajada. Convéncete de que los cambios que vas a experimentar son normales, y cuando creas que no lo son, consulta a tu matrona o ginecólogo.

Por ejemplo, es frecuente sentir dolores o molestias en el abdomen, especialmente alrededor de la ingle o en la pelvis; y también en la parte baja de la espalda o en las rodillas. Se debe en parte a la acción de la relaxina. Esta hormona ayuda a la movilidad de las articulaciones implicadas en el trabajo de parto y también afecta a los ligamentos de la zona lumbar. Como consecuencia, la embarazada tiene menos estabilidad y puede sufrir estiramientos o contracturas musculares. Los dolores suelen ceder descansando, aplicando calor local y con posturas de alivio; si te preocupan o piensas que son anómalos, pide la opinión de un profesional.

Otras molestias del segundo trimestre de embarazo

Molestias segundo trimestre de embarazo

Encías y nariz que sangran

Las mucosas pueden estar inflamadas debido a que venas y capilares están más activos por el efecto de estrógeno y progesterona; eso también puede ocasionar congestión. Un ligero sangrado de encías al cepillar los dientes se considera frecuente, pero si es abundante o persistente consulta. Refuerza la higiene con cepillo de cerdas suaves, hilo dental y enjuagues con agua tibia y sal. Con respecto a la nariz, ante un sangrado leve puedes presionar con pulgar e índice por debajo del puente nasal y aplicar frío suave en el dorso.

Secreciones, hemorroides y más

El flujo vaginal puede volverse blanquecino (a veces transparente) sin mal olor: es la leucorrea y suele ser abundante; su función es proteger frente a infecciones. Si aprecias sangre, un olor desagradable, prurito intenso o dolor, consúltalo porque podría tratarse de candidiasis u otra infección. Respecto a la orina, en este trimestre puede disminuir la frecuencia con respecto al primero; no obstante, si sientes escozor al orinar o urgencia con pequeñas cantidades, valora una infección urinaria con tu médico.

Como ya sabes el sexo durante el embarazo no está contraindicado, aunque notarás que el deseo sexual es cambiante.

La presión sobre el ano puede provocar hemorroides que, al crecer, resultarán molestas. Estar de pie mucho tiempo puede empeorarlas. Se aconseja descanso, evitar el estreñimiento con fibra e hidratación, baños de asiento tibios y no permanecer mucho rato sentada. Si duelen o sangran, pide una valoración.

Molestias segundo trimestre

Cambios en la piel

Aparecen estrías y puede manifestarse el acné; es una situación pasajera. Las estrías surgen hacia la mitad del embarazo por el estiramiento de la piel. Mantén una alimentación equilibrada, bebe agua y cuida la piel con emolientes, aunque no existe método que las prevenga al 100%. También verás varices y arañas vasculares: evita pasar mucho tiempo de pie, realiza ejercicio regular, usa medias de compresión si te lo indican y aplica agua fría en las piernas.


Y respecto al acné, procura limpieza suave y evita cosméticos comedogénicos.

Calambres y sensación de hormigueo

Un calambre es una contracción involuntaria del músculo; en el embarazo, los cambios circulatorios y el estancamiento de líquidos los favorecen, sobre todo en pantorrillas y por la noche. Ayudan los estiramientos suaves antes de dormir, la hidratación y el aporte dietético de magnesio y calcio (consulta suplementos con tu médico). Si el dolor es intenso o asimétrico y no cede, busca valoración.

El hormigueo suele deberse a tejidos inflamados que comprimen nervios, afectando a manos, pies o abdomen. Es frecuente un síndrome del túnel carpiano transitorio: evita posturas mantenidas de muñeca y realiza ejercicios de movilidad; si hay debilidad o dolor nocturno importante, consúltalo.

No olvides que pueden aparecer taquicardia (por incremento del volumen sanguíneo) y problemas de sueño. Son habituales, pero si notas palpitaciones persistentes con mareo, dolor torácico o falta de aire, solicita evaluación.

Molestias digestivas habituales

Acidez y gases en el segundo trimestre

Gases y aerofagia

El útero en crecimiento desplaza y comprime el intestino, lo que favorece gases y distensión. Come porciones pequeñas y frecuentes, mastica despacio, limita bebidas con gas y evita acostarte justo después de comer. Caminar o nadar ayuda a la motilidad intestinal.

Estreñimiento

La progesterona enlentece el tránsito intestinal y puede provocar estreñimiento. Aumenta fibra (frutas, verduras, legumbres, integrales), bebe agua y realiza ejercicio suave. Evita ultraprocesados y consulta sobre ablandadores de heces si es necesario.

Ardor y reflujo (pirosis)

Aparece como acidez detrás del esternón que puede subir a la garganta, a veces peor por la noche. Come raciones pequeñas, evita grasas, picantes, café y chocolate, eleva ligeramente el cabecero y espera antes de tumbarte tras comer. Si persiste, tu médico puede pautar antiácidos seguros.

Cuándo sospechar problemas digestivos que requieren consulta

  • Cólico biliar o colecistitis: dolor brusco en parte alta del abdomen que irradia a la espalda o escápula derecha, con náuseas. Precisa valoración.
  • Obstrucción intestinal: dolor con distensión, vómitos persistentes y ausencia de deposiciones. Es una urgencia.

Dolor abdominal: ligamentos redondos y otras causas

Dolor de ligamentos redondos

El crecimiento uterino genera tirantez o punzadas en bajo vientre y costados por distensión de los ligamentos redondos. Empeora con movimientos bruscos, al toser o estornudar. Cambia de posición lentamente, haz estiramientos suaves específicos y usa faja de soporte si tu profesional lo recomienda. Si el dolor es intenso, continuo o se acompaña de fiebre o sangrado, consulta.

  • Contracciones de Braxton-Hicks: tensión abdominal irregular y no dolorosa que cede con reposo e hidratación. Si se vuelven regulares, dolorosas o más intensas, contacta para descartar parto pretérmino.
  • Torsión de quistes ováricos (masas anexiales): dolor súbito y unilateral con náuseas; requiere valoración urgente.
  • Apendicitis: puede ser atípica en el embarazo; dolor que migra, fiebre o malestar. Precisa diagnóstico médico.
  • Cólico nefrítico: dolor en flanco que irradia a ingle, a veces con hematuria. Debe valorarlo el especialista.
  • Degeneración de miomas (leiomiomatosa roja): dolor localizado en portadoras de miomas, a menudo con febrícula. Seguimiento obstétrico.
  • Útero incarcerado (raro): molestias pélvicas con dificultad miccional en úteros en retroversión. Requiere diagnóstico precoz.

Síntomas y cambios físicos habituales

Cambios físicos en el segundo trimestre

  • Crecimiento de abdomen y mamas: usa sujetadores con buen soporte y ropa cómoda.
  • Dolor lumbar y pélvico: calzado estable, evitar cargas, dormir de lado con almohada entre las piernas, ejercicio de bajo impacto y calor local.
  • Mareos: levántate despacio, hidrátate y usa medias de compresión si te lo recomiendan.
  • Secreción vaginal: transparente o blanca y sin olor es normal. Cambios de color, mal olor o picor requieren consulta.
  • Infecciones de orina: acude si hay escozor, urgencia miccional, fiebre o dolor lumbar.
  • Congestión nasal: suero fisiológico, humidificador e hidratación.
  • «Baby brain»: cierta dispersión es frecuente; usa recordatorios y prioriza descanso.

Señales de alarma y cuándo acudir

Señales de alarma en el embarazo

  • Sangrado vaginal o salida de líquido claro y continuo.
  • Dolor abdominal intenso, persistente o que no cede con reposo.
  • Fiebre, vómitos persistentes, mal estado general o deshidratación.
  • Dolor de cabeza fuerte con alteraciones visuales, hinchazón marcada de manos/cara o dolor bajo costillas derechas (sospecha de preeclampsia).
  • Disminución marcada de movimientos fetales tras haberlos percibido previamente.
  • Dolor torácico, palpitaciones persistentes, dificultad respiratoria o desmayo.

Autocuidados y prevención para disfrutar esta etapa

Controles prenatales: acude a tus revisiones; se monitorizan peso, tensión, altura uterina y bienestar fetal. En este periodo suelen realizar la ecografía morfológica (alrededor de las semanas 18-22) y, si se indica, cribados complementarios (prueba de glucosa para diabetes gestacional, valoración de anemia o estudio del factor Rh). Consulta siempre qué vacunas recomendadas y medidas preventivas aplican en tu caso.

Actividad física: caminar, nadar o practicar yoga prenatal mejora el retorno venoso, el ánimo y el sueño. Evita impactos, hiperextensiones y sobrecalentarte. Hidrátate antes, durante y después.

Alimentación: prioriza verduras, frutas, legumbres, integrales, proteínas de calidad y grasas saludables. Limita fritos, picantes si te dan acidez y ultraprocesados. Mantén una hidratación suficiente.

Posturas: para levantarte de la cama, gira de lado y incorpórate en bloque. Usa cojín entre las piernas al dormir de lado y alterna apoyos si estás de pie.

Cuida tu salud mental: el segundo trimestre suele traer más energía, pero también dudas. Habla con tu equipo sanitario, participa en clases de preparación al parto y crea una red de apoyo. Pide ayuda si notas ansiedad o tristeza persistentes.

No te automediques: cualquier analgésico, antiácido o crema tópica, solo bajo indicación médica durante el embarazo.

Esta etapa suele vivirse con más bienestar, pero sigue siendo un periodo de cambios intensos: entender qué es esperable y qué requiere consulta te permitirá actuar con tranquilidad. Escuchar tu cuerpo, mantener rutinas saludables y apoyarte en tu equipo sanitario te ayudará a disfrutar del segundo trimestre a pesar de las molestias.