Comienza la cuenta atrás, debes de estar ansiosa por conocer a tu pequeño. Pero aún le queda lo más importante; la ganancia de peso y la maduración de sus pulmones. Es normal que te notes cansada y que el miedo invada tu cuerpo. Ya habrás comenzado las clases de preparación al parto. En ellas, las matronas encargadas de impartirlas te enseñaran todo lo que debes saber para el día del parto. También te ayudarán a calmar la ansiedad que puedas sentir por tu gran día. En muchas de estas clases se habla sobre crianza. ¡Absorbe todo lo que puedas estos días para aprender!
Tu bebé será del tamaño de una piña aproximadamente y pesará alrededor de 1 kilo y 500 gramos. Se ha empezado a formar una grasa bajo su piel que le ayudará a mantener el calor una vez haya nacido. Esta grasa además les confiere un color más rosado y hace que todos los capilares y venas antes visibles se protejan tras ella.
Los riñones funcionan a diario y son capaces de formar casi medio litro de orina al día. La composición de esta orina es prácticamente igual que la del liquido amniótico. Los pulmones ya están casi formados en su totalidad, pero hasta la semana 37 aproximadamente no estarán preparados para funcionar por sí mismos. El bebé tiene cada vez menos espacio en el útero. Ahora mismo ya debería de estar dado la vuelta. Los bebés en esta etapa solo se mueven girando sobre su cabeza de forma circular.
¿Cómo voy a estar esta semana?
Si has tenido insomnio el primer trimestre, seguramente vuelva a aparecer este trimestre. Los desvelos nocturnos son normales; los nervios por el día del parto y por las hormonas están haciendo de las suyas. Pareciera como si nuestro cuerpo quisiera acostumbrarse a las pocas horas de sueño con unas semanas de entrenamiento.
Para evitar la retención de líquidos, bebé agua durante todo el día (evita tomarla toda de una sola vez) y pide en la clases de preparación al parto algunos ejercicios para los pies y manos hinchados si es que las tienes. Puedes empezar a notar secreciones de leche por tus pezones. No estimules al pecho para que saque ese calostro que está formando ya que es posible crear una infección en el pezón y dar lugar a una mastitis.
Las venas de tu vagina han empezado a aguantar mucha presión debido al peso del bebé y del útero, por lo que es posible que aparezcan varices vulvares, que además de molestas pueden llegar a ser muy dolorosas. Si el médico ve un problema con ellas, es posible que te mande un tratamiento para antes del parto.
¿Qué pruebas me van a realizar?
Puede que tu medico decida hacerte la tercera ecografía sobre esta semana de embarazo. En ella valorará la cantidad de liquido amniótico y se asegurará de que el bebé este en la posición correcta. También tomará algunas medidas para evaluar su crecimiento. Gracias a esto podremos saber más o menos el peso de nuestro bebé y también la fecha estimada de parto.
Y por lo que corresponde a la semana 31 poco más; aprovecha este último tirón para organizar las cosas antes del día del parto. Es posible que experimentes el llamado «síndrome del nido», del que te hablaremos en próximas semanas.