Puede ser que hoy veas algún anuncio en tus redes sociales sobre este día. Puede que alguien luzca algo de color morado, representativo de la Fibromialgia. Así como también lo es del Síndrome de Fatiga Crónica y la Sensibilidad Química Múltiple.
Si la padeces desde antes de ser madre, te habrás planteado, si realmente serás capaz de serlo. Esta enfermedad, que suele ser aún desconocida y poco entendida en general, no debe ser un obstáculo para tu maternidad.
¿Qué es la Fibromialgia en realidad ?
Como decíamos, es una enfermedad que aún es poco conocida y poco entendida, incluso por los médicos. Es complicado diagnosticarla, debido a que no existen pruebas médicas fiables para identificarla. El doctor tendrá primero que descartar otras patologías, como el Lupus, la Esclerosis Múltiple, y diversos trastornos autoinmunes.
La Fibromialgia es una enfermedad neuropática. Es decir, afecta al sistema nervioso y cómo tu cerebro interpreta las señales que recibe del aparato musculo esquelético. En realidad es una hipersensibilidad provocada por la afección del sistema nervioso central. El propio sistema nervioso anula las respuestas tiroideas necesarias para inhibir el dolor. Se anula o se disminuye la creación de las hormonas necesarias en este proceso. Esto produce una respuesta exagerada al dolor, el frío, el calor, o el estímulo eléctrico.
Síntomas y diagnóstico.
Tendrás que pasar por el traumatólogo, el neurólogo, el reumatólogo, posiblemente incluso un médico internista. Toda una odisea solamente para saber qué te ocurre.
La prueba más características es la presión sobre los puntos gatillo. Existen 18 puntos en el cuerpo en los que al presionar, se produce una respuesta determinada al dolor. Si en 11 de los 18 puntos se produce una respuesta exagerada, es indicativo de Fibromialgia.
Los síntomas de la enfermedad, no sólo se limitan al dolor. La enfermedad también cursa con trastornos de sueño. Sigue sin determinar si son los que provocan la enfermedad o viceversa. Otros síntomas de la enfermedad son el cansancio y la fatiga. Según el grado que se tenga de la enfermedad, la fatiga será más o menos severa. Puede ser, al igual que el dolor, desde un nivel soportable, hasta un grado que dificulte o te incapacite para las tareas cotidianas.
Es muy común que curse con otras enfermedades asociadas, tales como depresión, ansiedad o Sensibilidad al Gluten no celiaca u otras intolerancias alimenticias. Debido al desconocimiento que hay aún sobre la enfermedad, los médicos aún no se sabe si es que una enfermedad deriva en la otra, o si simplemente se acompañan.
Tratamiento
Hoy por hoy no hay un tratamiento universal para la Fibromialgia. Normalmente se ajusta el tratamiento mediante un seguimiento personal en cada caso. Lo usual es que se pruebe con neuromoduladores para ajustar la respuesta del sistema nervioso al los estímulos y analgésicos para paliar el dolor. Sin embargo, es un tratamiento temporal y como decimos, paliativo. No existe una cura real para la enfermedad, pero con una dieta adecuada al caso y ejercicio regular y moderado, es posible una mejoría o al menos mantenerla bajo control.
Fibromialgia y maternidad
Una vez que conoces en profundidad el alcance de la enfermedad y tus límites personales, te planteas tu vida de una manera muy distinta a la que esperabas. Nadie sueña con estos límites, el dolor durante un brote es tan intenso que no hay palabras para explicarlo.
Es bastante duro llevar una enfermedad que no se entiende, que mucha gente piensa que es psicosomática. Dicho de otra forma, que se relaciona con el factor psicológico. Cuando en realidad, lo más probable es que el estrés venga provocado como consecuencia del dolor crónico. Nadie que no lo haya sufrido, o haya conocido de cerca un caso similar, puede saber lo exasperante que puede llegar a ser una situación así.
Sin embargo no es sano dejar que la enfermedad te limite. Eso irá en contra de ti misma y solo empeorará la situación. Lo más seguro es que los primeros momentos de maternidad, sean más duros para ti que para el resto, como cada cosa que se hace en la vida. Debido a la falta de sueño, se sucederán los brotes, no lo dudes. Sin embargo, merecerá la pena, cada vez que tu hijo te sonría, te provocará una felicidad que creará respuesta en tu cerebro, aliviará tu dolor. El cansancio no desaparecerá, pero te parecerá que no existe.
Es posible que tengas mayor tendencia a la depresión postparto, por tu condición eres propensa a diversos trastornos psiquiátricos, especialmente los ansiosos o depresivos. Pero una vez que conoces esa circunstancia, sabes tus límites y cómo actuar ante ellos. Tendrás más precaución sobre estas cosas que el resto de madres. Sabrás lidiar con todo, que no te quepa la menor duda.
La sensibilidad no es un signo de debilidad, si no de fuerza, pocas personas son capaces de soportar lo que soportas tú cada día, y probablemente lo hagas con una sonrisa, porque sabes que tu familia no merece verte siempre triste, porque tú no mereces estar triste. Si padeces Fibromialgia y eres mamá, eres una guerrera, aunque quizás, todavía no lo sabes.