Cuando un bebé llega a nuestras vidas son muchas las decisiones a tomar. Pronto tendremos que elegir entre dejar nuestro trabajo para cuidarle o llevarle al jardín de infancia. Cuando los los dos padres trabajan, es más común que la mujer deje su trabajo a que lo haga el hombre. Esto puede estar relacionado con la presión social y también por la continuidad más que recomendable de la lactancia materna exclusiva.
Es frecuente hoy en día ver a amas de casa saturadas de trabajo y obligaciones. No obstante, las actividades cotidianas como cuidar a los hijos, encargarse de la casa y de todo lo que ello conlleva, se ven apartadas de una valoración general por lo que al trabajo respecta. Los trabajos que no recogen un sueldo a final de mes se ven muy infravalorados a los ojos de las parejas y demás personas. Pero, ¿cuál sería tu reacción si supieras que una ama de casa ganaría más de 90 mil euros anuales?
Un trabajo de 24 horas sin vacaciones
Así lo recoge una encuesta publicada en el Reino Unido. El trabajo de madre, de ama de casa, es un trabajo de 24 horas al día. Según este estudio, las mujeres que trabajan en su hogar pasan una media de 4 horas limpiando, 2 horas preparando las comidas y aproximadamente 1 hora lavando y planchando la ropa. Si te ofreciesen un trabajo de 24 horas al día por 7500 euros al mes, ¿lo cogerías?
En esas 24 horas tus labores serían las siguientes:
- Cuidado de niños
- Servicio de lavandería y planchado
- Chofer
- Recadero
- Enfermero
- Mantenimiento del hogar
- Limpiador doméstico
- Tutor
- Cocinero
- Asesorador
- Paseador de perros
- Asistente personal
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Son muchos y cada vez más los hombres que hoy dedican su día al cuidado exclusivo de los hijos y del hogar y abandonan su empleo.
Y así todos los días de la semana, los 365 días del año. Sin festivos y por supuesto sin vacaciones. Y muchas veces, sin una agradecimiento por la parte contraria. Pocos serían los que aceptasen un sacrificio tan grande a cambio de ese dinero. Es por esto por lo que habría que empezar a valorar el trabajo de una ama de casa al cuidado de sus hijos. No solo han renunciado a su trabajo o a sus aspiraciones, si no que están ejerciendo más de 10 tareas a cambio de nada.
Ser más agradecidos
Yo, que me veo en esta situación, creo que no hay nada mejor que un abrazo de mi hija al final del día. Y es cierto que muchas veces me he sentido infravalorada, no por mi pareja, sino por gente conocida. Ser ama de casa no es vivir la vida y estar todo el día tumbada en el sofá. Cuidar, educar a los niños y mantenerles a salvo es un trabajo muy duro que no solo te agota físicamente, sino que la mente, cansada y saturada, debe de seguir trabajando duro.
Demos las gracias a esas personas, ya sean hombres o mujeres, que tenemos en casa y que nos hacen la vida más fácil. Nos otorgan calidad de vida por mantener nuestro hogar en plenas condiciones. No es fácil, y el que así lo vea, que deje su trabajo y se dedique a todo a cambio de nada.
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