Quizá hayas escuchado que si tu hijo/a tiene mamitis es que algo va mal y que debes hacer algo para que eso deje de ocurrir. Que tener mamitis es un problema y que solo crecerá un niño/a con un problema emocional y quizá dependencia que le causarán conflictos en el futuro… nada más lejos de la realidad.
Tener mamitis es normal y además necesario para los niños y niñas que están creciendo y que necesitan sentir el apego seguro de su madre.
Hay personas que te dirán que no hagas caso a tus hijos si te necesitan para que se conviertan en personas independientes, que no le hagas caso cuando llore o que aprenda a estar solo sin ti. Cuando un niño es pequeño es necesario que tenga mamitis para tener un buen desarrollo emocional. De esta manera podrá tener un vínculo fuerte y firma con su madre (aunque también puede ser con su padre u otro adulto de referencia). Aunque en la mayoría de ocasiones, la cuidadora principal suele ser la madre.
Este tipo de relación de apego con el adulto (adultitis) de referencia en realidad no le hace ser más dependiente, si no más independiente… porque para serlo, primero hay que tener dependencia. Es una relación de apego saludable que les permitirá explorar el mundo y también sus emociones.
Los bebés y los niños necesitan vivir en un ambiente cariñoso y seguro, con adultos de referencia que estén atentos a sus necesidades emocionales y que reaccionen a sus demandas para que crezcan, se desarrollen y aprendan. El apego seguro es deseable y de esta manera los niños crecerán sintiéndose amados y respetados. Es necesario que los niños crezcan en un ambiente de amor y respeto, donde se les permita ser ellos mismos aunque también existan normas y límites, s que son necesarias para una exploración de la vida segura.
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