Hay ocasiones en la que los padres no saben qué hacer cuando ven que su hijo llora por todo. Es una situación complicada que los padres deben manejar con paciencia y con calma.
Lo más importante es ayudar al pequeño y encontrar la causa por la que llora de una manera constante. Puede haber factores físicos y emocionales que provoquen que el pequeño esté triste y llore a las primeras de cambio.
Causas físicas del lloro del niño
- En muchas ocasiones la falta de sueño provoca que el niño esté muy cansado y llore por cualquier motivo. El niño se vuelve muy sensible y ante cualquier reprimenda, se ponen de manera inmediata a llorar.
- En el preludio de ponerse enfermos, los niños suelen estar mucho más sensibles de lo normal. Ello hace que lloren por cualquier cosa o motivo sin importancia.
- El hambre del niño es otra de las causas por la que el pequeño puede estar más irascible de lo normal. La ansiedad que aparece por el hambre, hace que el niño acaba llorando a la mínima.
- Este tipo de causas son muy fáciles de solucionar y conseguir que el niño deje de llorar. Es bueno por tanto que pueda descansar las horas que su cuerpo necesita o darle de comer cuando tenga hambre. En el caso de encontrarse en la fase de incubación de una enfermedad, es importante que el niño sienta el amor y el afecto por parte de sus padres.
Causas emocionales por las que llora un niño
- Es normal que durante los primeros años de vida, el niño se frustre continuamente al ver como no consigue lo que quiere hacer. Ante ello es normal que llore de manera habitual.
- En muchas ocasiones los padres sobreprotegen en exceso a su hijo. Ello puede provocar que el niño se enfade y termine por llorar. Es importante que el pequeño explore de una manera libre y los padres se mantengan al margen.
- Ya sea por el trabajo o por la falta de tiempo, muchas veces los padres desatienden en exceso a sus hijos. Es normal por tanto, que muchos niños quieran llamar la atención de sus padres mediante el llanto.
Ante este tipo de factores emocionales, los padres deben seguir una serie de pautas:
- Si el niño llora por todo, lo último que necesita es ver como su padre se enfada con él. Si el niño llora es por algo, por lo que los padres deben apoyarle en todo lo posible y saber qué le pasa. El sentir que los padres están cerca de él, hará que sea mucho más fácil el solucionar el problema.
- Es muy importante el sentarse junto al niño y hablar del problema. Es bueno el escucharle para encontrar la mejor solución posible. La falta de comunicación entre ambas partes solo va a empeorar el problema del llanto.
- En muchas ocasiones el niño solo va a necesitar un gran abrazo por parte de sus padres. El mostrar algo de afecto y de amor puede llegar a solucionar el problema de tipo emocional y hacer que el pequeño se sienta mucho mejor en todos los aspectos.
- El seguir una serie de rutinas en casa hace que el niño se sienta con una mayor confianza y mucho más seguro de sí mismo.
El llanto habitual de un niño se puede deber a diversas causas ya sea de índole físicas o emocionales. En la mayoría de las ocasiones los padres cometen el gran error de perder la paciencia y enfadarse con el pequeño. Como has podido ver, no es la mejor solución a la hora de resolver el problema. Lo importante es mantener la calma lo máximo posible y averiguar la causa por la que el pequeño llora de manera desconsolada a todas horas del día. Es clave el conseguir que deje el enfado y el mal humor de lado y que vuelva a ser feliz junto a su familia.