Aunque parezca alarmante escucharlo, los niños pueden llegar a albergar dentro de su cuerpo parásitos, en algunos casos lombrices también llamados oxiuros. Es más ocurrente verlo en niños menores de 10 años y comenzará con hinchazón en la barriga, dolor y diarrea.
Es más probable encontrar este tipo de sintomatología por las noches, cuando el niño se siente irritable por las noches y comienza a tener molestos picores. Es aquí dónde podemos explorar su ano para determinar si aparecen estos parásitos.
Cómo se produce su contagio
Los huevos de las lombrices son inmensamente pequeños, no se ven a simple vista y es por ello que pueden llegar a ser ingeridos. Generalmente los niños son más vulnerables a su ingesta, sobre todo cuando están jugando, mueven la tierra o arena con las manos y después se introducen la manos o dedos en la boca.
Una vez ingeridos pasarán al intestino grueso dónde se transformarán en lombrices adultas (del tamaño de un grano de arroz). A los dos meses las hembras de estos parásitos comenzarán a poner huevos durante la noche, cerca de la parte final del ano.
Es normal que las molestias y los picores comiencen a molestar a los niños por la noche. Los niños pueden rascarse expandiendo los huevos por otras zonas y así continuando con la infección. Es por ello que hay que intentar poner pijamas cerrados para que no tengan acceso a meter las manos.
La ropa hay que quitarla y lavarla todos los días, incluidas las toallas que se usen y lavarlo todo entre 60 y 90°. A la hora de manejar la ropa infectada no la sacudas y arrópala con cuidado hasta el momento de lavarla, así no diseminamos la infección de huevos por la casa.
Los niños deben de insistir en su higiene y tener las uñas bien cortas, deberán de lavarse las manos y debajo de las uñas muy a menudo con agua y jabón, sobre todo cuando vayan al baño. Es importante hacerlo principalmente por la mañana, con el fin de eliminar principalmente los huevos depositados por la noche. De igual forma el resto de la familia debe continuar con el mismo ejemplo de limpieza, tanto cuando vayan al baño, como en el cambio de pañales de los más pequeños.
Síntomas de las lombrices en los niños
El principal síntoma es cuando el niño comienza a tener mucho picor y dolor tanto en los genitales como en el ano. Sobre todo aparece por la noche cuando las lombrices están activas y salen por el ano. Hay niños que no pueden soportar esta gran incomodidad y no pueden dormir bien. Es bastante molesto ya que el picor puede extenderse a la zona de los genitales y provocar molestias e irritaciones molestias en otras zonas.
Se puede revisar la zona perianal del niño o la niña por la noche para observar si hay lombrices, éstas tendrán una apariencia de hilos finos y medirá entre 0,5 y 1 centímetro. Los padres pueden recoger huevos pegándolos en una cinta de celo y después mandarla a analizar al laboratorio para encontrar posibles restos. Se pueden observar las lombrices recogiendo muestras fecales, acercando una cerilla y observar si asoman y se mueven. En el caso de ‘giardias’ es un parásito que presenta cólicos estomacales y diarreas, se hará una recogida fecal para su análisis.
Tratamiento para terminar con las lombrices
Existe un tratamiento eficaz para terminar con las lombrices. No resultará complejo, pero habrá que hacerlo con minuciosidad para que no vuelvan a reaparecer. El médico recomendará un medicamento por vía oral que hará que se eliminen todas las lombrices adultas. Lo malo de este medicamento es que no elimina los huevos, por lo que habrá que seguir tratando de hacer una profunda higiene y limpieza.
Para poder acabar con los oxiuros es recomendable volver a tratar al niño y sus familiares con una segunda dosis, dos semanas más tarde y con los consiguientes seguimientos y análisis para observar que se ha solventado el problema.